De las 219 playas de la Comunitat Valenciana evaluadas por la Agencia Europea del Medio Ambiente, hasta 212 obtienen la calificación de «excelente» en el informe de 2019 que se acaba de hacer público. La calidad de las aguas de baño, con datos que envía el Ministerio de Sanidad a Bruselas mejora respecto a 2018, pues ningún punto del litoral valenciano suspende en esta ocasión. Medicalia, en el Puig, pasa del «insuficiente» en la última edición a ser valorada ahora como «suficiente». En Alicante todas sus playas obtienen la máxima puntuación mientras en Castelló se retrocede en dos puntos, al pasarse del sobresaliente de 2018 al actual bien en Les Fonts (Alcalà de Xivert9 y El Serradal (Castelló). Esta última, de hecho, ha perdido la bandera azul tal como se ha sabido esta misma semana.
En València, idéntica puntuación merecen Patacona y Port Saplaya PM3 (Alboraia), Barri dels Pescadors (El Puig) y Motilla (Sueca). Esta última supera el «suficiente» raspado del anterior examen y la Unión Europea considera que sus aguas son ahora buenas. Sin embargo, el Mareny de Barraquetes, también en Sueca, se queda con el cinco de 2018. La Comunitat Valenciana, con 249 puntos de muestreo, es una de los que mejores balance arroja de España. Con un 16,5 % es la que mayor número de análisis realiza, solo superada por Galicia, con un 20,3%. Algo que viene reiterándose en los últimos años.
Las playas de España están en el octavo lugar de la clasificación de la Unión Europea en 2019, con un 88,4 % aptas para bañarse, tras Portugal y por delante de Italia. De los 2.234 lugares analizados, 1.974 playas españolas obtienen «excelente», un 93 %, 160 buena, 38 suficiente, 38 insuficiente y 24 no han sido clasificadas. Para el estudio de las aguas se toman muestras durante la temporada de baño y se analizan para detectar la presencia de bacterias (como la E. coli y los enterococos intestinales) que indican la contaminación por aguas residuales o por la cría de ganado.
Información al público
Desde la entrada de España en la Unión Europea, se remite a la Comisión Europea los datos necesarios para cumplir con las obligaciones que establece la legislación comunitaria. El objetivo de este documento es informar tanto a las autoridades sanitarias y medio ambientales de las diferentes administraciones, como al público en general sobre la calidad de las aguas de baño en España durante la temporada del año 2019 y su evolución a lo largo de los últimos años.
Es un tema muy importante porque se considera como un determinante en términos de salud pública así como un buen indicador de la calidad ambiental y del potencial de desarrollo turístico», destaca Aparicio Azcárraga, Directora General de Salud Pública, Calidad e Innovación. Desde el Ministerio de Sanidad se hace hincapié en que los momentos puntuales de contaminación no afectan a la calificación final. La consellera Mireia Mollà incidía esta semana, tras la adjudicación de las banderas azules, en el «estricto control analítico» de la calidad del agua, una vigilancia que el personal técnico realiza semanalmente, el doble de lo exigido por la normativa estatal, alcanzando unos 4.500 análisis al año, especialmente ahora con la crisis sanitaria por la covid-19.
