Las grandes corporaciones piden incentivos y estabilidad para volver a crear empleo. Así lo reclamaron ayer sus patronos en un foro organizado por la patronal CEOE y en el que participó el presidente de Mercadona, Juan Roig. En su opinión, tras la crisis sanitaria, empieza otra «muy dura económicamente». Entre otras peticiones, los patronos y ejecutivos exigen al Gobierno central huir de dogmatismos, no quieren que se derogue la reforma laboral y claman por que se faciliten las inversiones empresariales.

Seguridad jurídica

Roig no tuvo reparos en repetir hasta tres veces el superlativo «muy». En ese sentido, comentó que la etapa poscovid será «muy muy muy dura económicamente» y «hay que estar preparados», al tiempo que agradeció el trabajo durante los últimos meses de sus empleados y proveedores. «Hemos podido garantizar entre todos el suministro de los productos básicos a nuestros clientes aunque a veces no tuviéramos todo el papel higiénico necesario. La gente se volvía loca», bromeó.

En su opinión, «es un orgullo ser empresario y poder contribuir a la iniciativa empresarial, potenciando una sociedad civil fuerte y comprometida. Para ello, es necesario que se eliminen trabas burocráticas y que se impulse el inicio de las actividades con declaraciones responsables y el silencio positivo; que se faciliten y empujen las inversiones finalistas; que tengamos seguridad jurídica y que la sociedad vea en nosotros que los empresarios y las empresas, sean del tamaño que sean, somos generadores de riqueza y de bienestar», agregó Juan Roig.

Ya en clave interna, el propietario de la empresa familiar de la distribución se mostró orgulloso del trabajo realizado por Mercadona durante la pandemia así como del resto del sector agroalimentario, en su conjunto: «Estoy orgulloso de la gran respuesta de nuestros héroes, a la crisis de la covid-19, de nuestros 90.000 trabajadores de Mercadona y de los 510.000 trabajadores de nuestros más de 3.000 proveedores, que formamos la cadena agroalimentaria de Mercadona».

De cara al futuro, Roig se comprometió a abrir los establecimientos de la cadena «todos los días», mantener la inversión prevista de 1.700 millones en la transformación de la compañía, así como otros proyectos como la final de la liga ACB o el apoyo a emprendedores.

Sector agroalimentario

También tuvo palabras para sus competidores. «Me gustaría felicitar a nuestros competidores y amigos del ámbito de la distribución y al resto de la cadena agroalimentaria para poder garantizar entre todos el suministro de productos básicos a los clientes», afirmó Roig. También comentó que «tenemos una gran cadena agroalimentaria en España y nos tenemos que sentir orgullosos de ello». Y recordó tanto a las personas que lucharon contra la enfermedad y la superaron como a aquellos que fallecieron víctimas del covid-19, y envió ánimos a sus familiares y allegados.

En esta primera jornada, la CEOE contó con la participación de líderes empresariales de la talla de Pablo Isla, Juan Roig, Ana Botín (Santander), Carlos Torres (BBVA), José Ignacio Goirigolzarri (Bankia), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), José Bogas (Endesa), Francisco Reynés (Naturgy), Antonio Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona) o Beatriz Corredor (Red Eléctrica), entre otros.

El anfitrión del encuentro, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmó que el «compromiso con España» de todos los empresarios es «sumar» en el proceso de reconstrucción. Arrancó las sesiones defendiendo que serán las empresas españolas las que capitaneen la recuperación. «Es una cumbre sin precedentes porque nuestro objetivo es la reconstrucción. Venimos -espetó Antonio Garamendi durante su intervención a través de una videoconferencia- con ganas constructivas y de sumar porque son las empresas españolas y la iniciativa privada las que tienen que poner en marcha de nuevo a España».