A menos de un mes para que se celebre el XIII Congreso del PP de València, María José Catalá se ha quedado sin rivales en su carrera por presidir la organización. La actual presidenta de la gestora local del partido y portavoz en el ayuntamiento fue proclamada ayer como única candidata en el proceso interno después de que el comité organizador invalidara la candidatura presentada por el otro pretendiente al puesto, Jesús Crespo, que no ha logrado reunir los apoyos básicos requeridos. Ningún otro aspirante opta a la dirección, con el plazo ya cerrado.

Frente a los 609 avales exhibidos por Catalá, el exvicesecretario de Nuevas Generaciones registró el mínimo exigido, 45. Después de repasarlos con detalle, sin embargo, el Comité Organizador del XIII Congreso concluyó que buena parte de los mismos no cumplían los requisitos, bien porque los suscriptores no están al corriente de la cuota de la organización, bien porque se habían dado de baja hace años o bien porque están censados en otras localidades distintas a València, con lo que su respaldo no se contabiliza.

Según las informaciones que trascendieron de la deliberación del comité, el propio Crespo no constaría como militante en el cap i casal, sino en Paterna. De hecho, su candidatura estaba apadrinada por el exalcalde de este municipio, Lorenzo Agustí, al que ayudó en la primera campaña que le condujo a la vara de mando. Por otra parte, fuentes del partido apuntaron que el exdirigente de NN GG había aportado 1.800 euros sin precisar si se correspondían con las cuotas pendientes de determinados avalistas. Crespo, abogado de 32 años y afiliado al PP desde 2005, declinó ayer pronunciarse sobre la decisión del comité organizador. Antes de postularse a dirigir el PP de València, formó parte del núcleo de confianza del expresidente provincial de Nuevas Generaciones, José Luis Bayo, qué se enfrentó a Isabel Bonig por la presidencia del PPCV en 2018.

Votación el 10 de julio

El descarte de Crespo convierte a Mª José Catalá en presidenta virtual del partido a nivel local, conducido por una gestora desde 2017. Pese a que concurrirá en solitario al XIII Congreso del 10 de julio, la también diputada autonómica deberá desgranar su hoja de ruta y someterse igualmente al escrutinio de la militancia, en una votación que servirá para medir su nivel de apoyos en el seno de la organización. En cualquier caso, dado que no se exige un mínimo de respaldo, bastaría con que se votara ella misma para ser elegida al frente del partido.

Catalá, que cuenta con la bendición de Génova para tomar las riendas del PP de València, dio una exhibición de fuerza el lunes al presentar más de 600 avales a la hora de registrar su candidatura. Un número que refleja su fortaleza a nivel orgánico, si se toma como referencia que el censo de militantes de la capital se sitúa en torno al millar de personas.

El Congreso del PP de València será el primero que se celebre en España después de la pandemia del coronavirus, a través de una fórmula mixta y asamblearia en virtud de la cual cada militante -sin compromisarios de por medio, como era habitual en el PP- podrá votar o bien presencial o bien telemáticamente.