Un estudio desarrollado por investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (Iiama) de la Universitat Politècnica de València (UPV) confirma una tendencia decreciente de los recursos hídricos en la cuenca del Júcar en el futuro, que podría llegar al 23 % a finales de este siglo.

Según la investigadora y coautora del estudio Sara Suárez, el alto grado de incertidumbre asociada a su intensidad no permite estimar con exactitud la disminución futura de los recursos, pero la tendencia que se observa es la de una disminución de caudal.

Desde la UPV señalaron en un comunicado que a pesar de los intentos por reducir esta incertidumbre por medio de ajustes en los datos iniciales al estado actual de la cuenca y la corrección del sesgo de los datos futuros, sigue habiendo dudas razonables sobre la mejor forma de trabajar con las proyecciones climáticas.

En su estudio, los investigadores del Iiama optaron por reducir el periodo de referencia de los modelos climáticos (1971-2000) a un periodo que, bajo su análisis, representa mejor el estado actual de la cuenca (1980-2000) y que refleja mejor el llamado «efecto 80».

Al evaluar el posible impacto del cambio climático comparando cada periodo futuro (2011-2040, 2041-2070 y 2071-2098) con el de referencia (1980-2000), en el primero se experimenta un incremento del 1 % de media, en el segundo un descenso del 7 % y en el tercero una bajada del 13 %.

Sin embargo, estos cambios son más acusados si se utiliza el periodo 1971-2000 como referencia, dando como resultado descensos del 11 % para el futuro cercano, del 13 % para el futuro medio y del 23 % para el futuro lejano.

«Los resultados obtenidos en la investigación pronostican la disminución futura de los recursos hídricos en la cuenca del Júcar, aunque no se puede determinar con exactitud su intensidad debido al alto grado de incertidumbre asociado a las proyecciones climáticas», insistió Sara Suárez.

Por ello, los investigadores del Iiama apuntan que esta tendencia decreciente es un gran reto para la gestión futura de los recursos hídricos en esta cuenca, ya que actualmente la relación entre los recursos generados y las demandas es muy estrecha, «cerca del 90 %». En el estudio, publicado en la revista Ingeniería del Agua, han participado también los investigadores Abel Solera, Joaquín Andreu y Liliana García. La investigación parte de la realidad de que los estudios sobre los impactos del cambio climático han ido cobrando fuerza en las últimas décadas, siendo incluidos como aspecto fundamental en la Instrucción de Planificación Hidrológica (IPH).

Revisión de planes hidrológicos

Esta norma establece que los Planes Hidrológicos de Cuenca (PHC) se deben revisar cada seis años e incorporar el posible efecto del cambio climático sobre los recursos hídricos de cada demarcación hidrográfica.

Por ello, el principal objetivo de este trabajo es poner de manifiesto «la incertidumbre asociada al manejo de las proyecciones climáticas, mediante la evaluación del impacto en los caudales futuros en la Cuenca del Júcar», señaló Suárez.

El estudio desarrolla una metodología, a través de la inclusión de datos de proyecciones climáticas de precipitación y temperatura corregidos en un modelo hidrológico, con el objetivo de poder comparar aportaciones de periodos futuros con las de un periodo de referencia y evaluar los posibles impactos del cambio climático en los recursos futuros.