Las playas de la ciudad de València han adoptado medidas especiales para evitar posibles contagios por coronavirus, y lo ha hecho en un doble sentido: el distanciamiento y la higiene. Aunque la superficie de arena es tan amplia que no tiene sentido fijar un aforo limitado para los usuarios, sí se ha establecido la obligación de guardar dos metros de distancia entre personas, tanto en la arena como en el agua, y de seis metros entre sombrillas y la orilla del mar. Tampoco se pueden formar grupos de más de quince personas.

Por otra parte, se establece como obligatorio el uso de calzado de playa y mantener las pertenencias personales dentro del espacio que se esté ocupando. También se procederá a la desinfección periódica de papeleras y baños.

Estas medidas de prevención de la pandemia también se han aplicado en las hamacas y sombrillas de alquiler, cuya empresa concesionaria, Mar y Sombra, retomó la actividad el fin de semana pasado.

Esta empresa, encargada desde hace 27 años de la gestión de los servicios de hamacas y sombrillas de playa en València, ha vuelto al trabajo bajo el lema «Con toda seguridad. Cero agobios» y medidas de prevención para los clientes.

Las más destacadas son la separación de cinco metros entre las sombrillas y la ausencia de colchonetas en las hamacas, que son desinfectadas cada vez que cambia el usuario. En correspondencia con esta merma de servicios, la empresa ha reducido el precio de sus prestaciones.