Un centenar de personas asistió a la misa de acción de gracias por el cincuenta aniversario de la ordenación sacerdotal del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, celebrada en la catedral, sin ninguna pompa especial.

El cardenal volvió a recuperar el tono habitual de sus intervenciones y al final del texto homilético deseó fervientemente que la nueva Ley de Educación que se tramita en el Congreso de Diputados no sea aprobada. «Deseo que no se apruebe la Ley de Educación. Los niños hay que educarles no imponiéndoles modelos de conocimiento o de ética. No hago política, no puedo callar. Las imposiciones llevan a una dictadura. En estos momentos estamos ante el gran reto que tenemos y es el futuro del hombre de esta educación, que debe estar al servicio del hombre de una sociedad nueva en la que los padres sean los primeros educadores. En la nueva Ley quien educa es el Estado y a quienes compete educar a los hijos es a los padres. Los demás, como el Estado, colaboramos con los padres en la educación de los hijos. No callemos, no tengamos miedo. Dios por encima de todo, que la Virgen y san Vicente Ferrer, que no se calló nada, nos ayuden».

El prelado, a partir del Evangelio del día, trenzó sus palabras sobre el mensaje de no tener mieo. «Son tiempos difíciles y es la hora del testimonio. No hay que tener miedo a nada. Nosotros sin ningún miedo, sin miedo a nada, en defensa del hombre, la familia, la libertad religiosa, los derechos humanos fundamentales, del pobre , de los maltratados como ocurre en Venezuela».

«Sepamos que en los tiempos difíciles Dios siempre está con nosotros. ¿Quién podrá separarnos del amor de Dios?. En Jesucristo se han desbordado todos los dones de Dios, su amor y la gracia. Ánimo, no tengáis miedo, sed valientes. Hay gente perversa. No calléis, ni ocultéis la luz del Evangelio, del amor de Dios, su perdón y misericordia, Cristo Jesús nos ha redimido, nos ha rescatado. Con nuestras palabras y obras demos el testimonio de Dios», dijo Cañizares.

Repasó el cardenal sus 50 años de sacerdocio y las palabras no tener miedo "me llegan al fondo del alma, por la misericordia que Dios ha tenido conmigo. Dios quiso que fuera sacerdote, me eligió y llamó muy pronto, me rodeó de personas que hicieron posible mi vocación, me ordenó el venerable arzobispo José María García Lahiguera. Son 50 años de agradecimiento a Dios. Todo lo que soy es gracia de Dios, lo mío son los errores, faltas, omisiones y pecados. Nunca acabaría de enumerar las maravillas de Dios en mí. En el curso de mi vida he ido penetrando en lo que es mi lema episcopal Hágase tu voluntad. No quiero otra cosa que conocer más y más a Cristo crucificado. Vivir y anunciar a Cristo. Lo que pido para toda la Diócesis", señaló.

Como vuestro regalo de los 50 años de sacerdocio os pido que "no tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo, abrid las puertas de las familias. No tengamos miedo a recibir a Cristo, sólo él tiene palabras de vida eterna. Y nunca jamás no arruguemos y arredremos en el anuncio del Evangelio".

Más información del coronavirus y la actualidad en Valencia

ÚLTIMA HORA: Últimas noticias del coronavirus y la nueva normalidad en Valencia"

Los bañistas llenan las playas valencianas el primer día del fin del estado de alarma

Reabren los centros comerciales: "Vienen más a pasear que a comprar"

Valencia concentra los últimos contagios de coronavirus en la Comunitat

Así será el pavimento de la plaza del Ayuntamiento de València

Muere Enrique Senent, concejal del PP de Massamagrell

Recuperan la goleta de la America's Cup que se hundió hace 13 años