Conforme remite la pandemia de coronavirus, la sanidad pública valenciana está ganando espacios para la «nueva normalidad», una situación de delicado equilibrio en la que compaginar la actividad prepandemia de hospitales y centros de salud como el tratamiento aún de pacientes covid-19 y la preparación de recursos de todo tipo por si el SARS-CoV-2 vuelve a aparecer en una segunda gran oleada. Sanidad remitió hace unos días sus criterios generales, basados en lo marcado por el Ministerio de Sanidad, para que cada área de salud desarrolle sus propias normas de la desescalada. El documento que habla sobre la atención especializada -al que ha tenido acceso este diario- detalla cómo prepararse y cómo recuperar poco a poco la actividad prepandemia en los hospitales.

Reabrir consultas y quirófanos de forma progresiva

? Hay que preparar planes de contingencia por si la pandemia vuelve pero, mientras, los hospitales deben ir recuperando su actividad poco a poco. En los centros valencianos ya se está notando que las cifras de la pandemia han bajado y se atiende a más pacientes de otras patologías. Una de las últimas actividades que se está recuperando es la quirúrgica. A mediados de marzo, la conselleria dejaba literalmente en suspenso la sanidad valenciana a causa de la pandemia para volcar todos los esfuerzos y recursos en los pacientes covid-19. Las operaciones que no fueran estrictamente necesarias se pararon y, de hecho, en muchos hospitales, los quirófanos sirvieron para aumentar las camas UCI al ser espacios limpios y con acceso a tomas de oxígeno de forma rápida.

Ahora, según las directrices de Sanidad hay que volver a ponerlos en marcha, y se quiere hacer por donde más lista de espera hay. Según el documento de la conselleria, la actividad quirúrgica deberá priorizar en estas semanas aquellas especialidades que más lista de espera acumulan como Traumatología y Oftalmología. Según los últimos datos del mes de abril, entre las dos, suman al 53 % de todos los pacientes que están esperando pasar por quirófano (66.973), 5.180 más que dos meses antes cuando aún no se había declarado la pandemia. En Oftalmología, donde la operación de cataratas es la «reina», hay esperando 15.144 personas frente a las 13.457 de dos meses antes y la media de espera es de 105 días.

En Traumatología las cifras han pasado de 19.548 pacientes en espera a 20.586 y las jornadas para entrar a quirófano de 102 a 147 de media, casi cinco meses y eso que ahora Sanidad solo contabiliza la demora estructural y no el tiempo que esperan las personas que declinan ir a operarse a la privada, por ejemplo.

Las cifras de mayo -que todavía no se han publicado- darán más pistas sobre cómo el parón sanitario ha afectado a este indicativo sanitario.

Consultas telefónicas y resultados vía correo

En consultas externas y en la dinámica de los especialistas se va a mantener buena parte de la forma de trabajo adoptada durante la pandemia: se van a primar las consultas telefónicas siempre que sea posible y se va a poner coto al número de acompañantes por pacientes. Además y como en los centros de salud, Sanidad quiere que en los hospitales también haya consultas de «alta resolución»: consulta y pruebas en un mismo día para evitar visitas innecesarias y reducir así el tránsito de personas por los hospitales. Aquí también se mandarán resultados por vía telemática, por ejemplo, ya sea por teléfono o por correo electrónico. Eso sí, el documento recuerda que para hacerlo posible hay que invertir en recursos como teléfonos móviles corporativos (que Sanidad ya habría comprado) o acceso remoto a plataformas de trabajo.

Pruebas de coronavirus, altas tempranas y circuitos limpios

Cambia quienes se van a operar primero (siempre dentro de las intervenciones que no son urgentes) pero también cómo se va a ir a los quirófanos. Por supuesto, los hospitales deben mantener circuitos limpios para los pacientes no-covid e incluso se pueden reservar quirófanos para operar a pacientes con el SARS-CoV-2.

Además, en el ingreso, las personas que vayan a ser operadas serán sometidas a un cribado para descartar que tengan la enfermedad y evitar así que los hospitales se conviertan en «focos de infección» como ha sucedido recientemente en el Hospital de Basurto. Se valorará también ingresar el mismo día de la operación y no con anterioridad como hasta ahora se venía haciendo o dar altas tempranas para evitar que los pacientes estén más tiempo del debido en un espacio con más riesgo de contagio como es un hospital.

Preparados para una segunda oleada en los próximos meses

? Al igual que los centros de salud deben mantener equipos especializados para detectar pacientes covid-19 y sus posibles contagios cercanos, los hospitales deben estar preparados en los próximos meses para una segunda gran ola de la pandemia. Los centros valencianos deberán tener listos estos planes de contingencia y ser capaces de ponerlos en marcha de forma rápida aunque, paralelamente, se intente recuperar la actividad normal en los centros hospitalarios.

Este estar preparados para lo que pueda venir incluye desde tener suficientes equipos de protección EPI, de equipos vitales como respiradores o de medicación específica a contar con personal de refuerzo o reservar camas a pacientes covid-19 en las diferentes áreas. En cada hospital, y como ya adelantó el Ministerio de Sanidad, las unidades de Cuidados Intensivos UCI deberán ser capaces de duplicar su capacidad en número de camas e incluso de triplicarla ocupando otros espacios en cuestión de «4-5 días». La experiencia ha dictado esta prerrogativa ya que en la pandemia cerca de 800 enfermos covid-19 valencianos han pasado por la UCI en un corto espacio de tiempo cuando la capacidad original de las UCI no llegaba a las 300 camas.