«La situación epidemiológica actual de la Comunitat Valenciana es favorable y desde el inicio de la pandemia siempre ha mantenido tasas de incidencias inferiores a la nacional»; «se mantiene un estrecho control de los casos diagnosticados, con amplia información de los brotes detectados»; «se ha realizado un notable esfuerzo para ampliar las capacidades asistenciales»; «dispone de un potente y robusto soporte tecnológico de vigilancia epidemiológica»... Estas son algunas de las conclusiones a las que llega la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, en el análisis que firmó el pasado 12 de junio para el pase de la Comunitat Valenciana a la fase 3 de la desescalada. Un informe en la que la representante ministerial emplea términos sobre la situación epidemiológica valenciana y sus capacidades estratégicas más positivos que en los anteriores.

De hecho, se trata del primer informe en el que las recomendaciones del Gobierno para la Comunitat se limitan a «mantener y dar continuidad» a los refuerzos realizados para controlar la pandemia y no a pedir incrementos de test o a aumentar la vigilancia en algunas zonas concretas del territorio.

El análisis señala que en la C. Valenciana «el nivel de circulación dels SARS-CoV-2 es muy bajo» y que «se mantiene un estrecho control de los casos diagnosticados, con amplia información de los brotes detectados en esta fase final de la desescalada». La mayoría de estos brotes, añade, se han dado en residencias. En el periodo observado (entre el 15 de mayo y el 7 de junio) en la Comunitat Valenciana se diagnosticaron 204 casos nuevos, lo que representa una tasa de incidencia de 4,08 casos por cada 100.000 habitantes, ha habido 35 ingresos en hospitales y han fallecido 11 personas (una tasa de mortalidad de 0,22/100.000 hab.), lo que hace considerar a la responsable de Salud Pública que el nivel de circulación del virus «es muy bajo».

El análisis destaca, por ejemplo, que se han detectado unos 3.000 casos sospechosos a la semana en atención primaria, y al 95 % de estos casos se les ha hecho prueba PCR. El índice de positivos es, tal como destaca el informe, menor del 2 % aunque hay una notable diferencia entre el porcentaje de positividad de la provincia de Alicante (0,74 %) y la de Castelló (4,36 %). La media total de pruebas PCR es de 3.500 diarias, lo que sitúa a la Comunitat en el 40 % de su capacidad máxima (1,76 PCR por cada mil habitantes).

También considera «óptima» la tasa de 60 casos sospechosos por 100.000 habitantes (está en la «media estatal») y considera «significativa» la caída de casos sospechosos en los hospitales, hecho éste q

ue «puede ser explicado por la baja circulación del virus y el escaso número de casos que requieren ingreso hospitalario por esta causa.

A este respecto, Aparicio resalta que en el periodo de tiempo analizado «apenas ha habido 30 casos sospechosos» y ninguno dio positivo en las pruebas de PCR, datos que «confirman la baja transmisión comunitaria del virus y la calidad del sistema de detección». El buen control de las cadenas de transmisión también se nota, según la directora de Salud Pública, en el bajo porcentaje de nuevos casos que no son contactos de casos confirmados: apenas un 29 %.

Por otra parte, la Conselleria de Sanidad realiza estudio de contactos al 80 % de los casos identificados y el tiempo de demora entre el inicio de los síntomas y la notificación no pasa de las 48 horas, lo que indica según el Gobierno «una oportuna detección de los niveles asistenciales, fundamentalmente en atención primaria».

Respecto a las capacidades asistenciales de la Comunitat, el ministerio reconoce el «notable esfuerzo realizado» hasta duplicar la capacidad habitual de camas de agudos y de críticos si la situación epidemiológica lo requiriese, «cumpliendo ampliamente con los mínimos exigidos». También hace referencia a los tres hospitales de campaña construidos y que se mantendrán de forma preventiva de cara a la evolución de la pandemia de Covid-19 con la llegada de la temporada anual de la gripe».

Sobre el esfuerzo sanitario de la Generalitat, Sanidad subraya la incorporación de más de 300 plazas de personal sanitario en atención primaria, 62 plazas nuevas para las Unidades de Salud Mental y la incorporación de 308 enfermeras y 241 plazas de personal de administración para el seguimiento de casos y la gestión de colas y listas de espera. También destaca la incorporación de casi 100 plazas para el refuerzo de la atención especializada en Covid-19.

Por último, sobre el control de las fuentes de infección y vigilancia, que era siempre uno de los puntos a mejorar en los anteriores informes, el ministerio señala ahora que la Comunitat Valenciana «dispone de un potente y robusto soporte tecnológico de vigilancia epidemiológica en funcionamiento desde hace años y que integra niveles asistenciales entre sí y con salud pública».