El 41,37 % de los estudiantes valencianos ha sido testigo de «algunas» o «muchas» discriminaciones hacia el alumnado homosexual de su instituto y siete de cada diez (75,17 %) considera que es difícil «salir del armario» en el centro educativo, bien por la intolerancia del resto de compañeros o por desconocer la reacción que pueden tener ante ese hecho. Estas son algunas de las conclusiones del informe Plan Diversia: Situación previa de las aulas respecto a la homofobia, coordinado por Fran Fernández, técnico responsable de proyectos educativos en Lambda LGTB+ por la diversidad sexual, de género y familiar, y del que son las autoras Emma Dunia Vidal Prades, Sonia Renovell-Rico y María Pilar Ortega-Leal, del Grupo de Investigación Diversidad de Florida Universitaria.

El informe, que se presenta este jueves dentro del ciclo de mesas debate en directo «Confinadas pero no calladas» y en breve será publicado en la web de Lambda, recoge las contestaciones a 7.365 cuestionarios de estudiantes, mayoritariamente entre los 13 y 18 años, de institutos de la Comunitat Valenciana, la mayoría de centros públicos donde se realizan talleres y durante tres cursos escolares (de 2015 a 2018).

Según concluye, los hombres obtienen porcentajes superiores de homofobia en comparación a las mujeres, que muestran un actitud más favorable a entablar relaciones de amistad con personas con una orientación sexual diferente a la heterosexual, mientras que ellos se sienten más cómodos en una relación de amistad heterosexual.

«Se nos ha socializado de tal manera que los hombres aceptamos peor la diversidad, es un problema educacional», asegura Fran Fernández, quien añade que las mujeres «como ya viven dobles y triples discriminaciones, empatizan más con quien es discriminado a su vez». Según Fernández, el hombre «también es víctima del machismo», y agrega que esto debe servir para que se den cuenta de que el sistema heteropatriarcal y machista «les está colocando en una situación de inferioridad a la hora de gestionar sus emociones» y eso les lleva a tener actitudes homófobas.

La gran mayoría de encuestados, el 86,54 %, se considera heterosexual, un 4,82 % bisexual; el 0,76 % gay y el 0,69 % lesbiana, señala el estudio, que indica que cerca del 10 % manifiesta de forma abierta haber sentido atracción por alguna persona del mismo género y el 11,13 % haber mantenido relaciones sexuales. Un 13,46 % de la muestra no se considera heterosexual -y de este porcentaje un 4,82 % dice ser bisexual y el 1,61 % «pansexual, asexual, persona, normal o no lo sé».

No se ven homófobos

Al ser preguntados por su autopercepción de la homofobia, el 79,28 % del alumnado manifiesta una actitud positiva ante la orientación sexual y no se considera homófobo/a, y un 8,32 % manifiesta una «homofobia afectiva» (no me considero homófobo pero no me gusta ver parejas homosexuales o me dan asco los gais, lesbianas, transexuales o bisexuales). Otro 12 % no expone una visión clara frente a su postura hacia la homofobia, según el informe.