Ante un clima político enrarecido en Madrid, en el que las principales fuerzas políticas del país se muestran incapaces de acordar las herramientas básicas para que España supere la mayor crisis que padece desde la Guerra Civil, el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, aprovechó su participación en la clausura de la cumbre empresarial organizada en Madrid por la CEOE para dar un tirón de orejas a los responsables políticos en la capital. Navarro detalló los siete factores que, en su opinión, son fundamentales para que se produzca la recuperación. Y el primero de ellos es «fomentar y valorar el diálogo».
El dirigente valenciano aseguró que, «a pesar de las inevitables diferencias, estamos obligados a negociar y a llegar a acuerdos» y añadió que el «diálogo social debe estar en la base de cualquier plan de recuperación, como también debería estarlo el diálogo entre partidos políticos, sin excepciones». A continuación, recordó que, «en la Comunitat Valenciana el diálogo entre Administración, sindicatos y patronal ha sido una prioridad desde el primer día. Por eso no será la primera vez que me oigan decir que nos gustaría que el Gobierno central se fijase en nuestro territorio como referente de diálogo social».
La cumbre empresarial organizada por la CEOE con el título «Empresas españolas liderando el futuro» ha contado en sus diez días de duración con la participación de los principales patronos españoles, que han dado sus recetas para una salida de esta crisis. En la clausura les tocó el turno a los dirigentes de las organizaciones territoriales, entre ellos a Navarro. El líder de la CEV destacó que los ERTE «han sido una herramienta indispensable para mantener el empleo durante el estado de alarma y durante la desescalada y lo deberían seguir siendo mientras el nivel de demanda y de actividad lo exijan. Es necesario para salvar empresas y, por tanto, empleos». En tercer lugar, mencionó como primordial «garantizar la seguridad jurídica», porque «anunciar derogaciones de leyes [como la reforma laboral] no solo dificulta la toma de decisiones, sino que aleja y desincentiva posibles inversiones justo cuando más se necesitan».
Además de reclamar un incremento en la inversión en innovación, Navarro abogó por diseñar una fiscalidad más competitiva en lugar de subir impuestos y añadió que, «antes de aumentar la presión fiscal, deberían agotarse los recorridos en mejoras de la gestión pública y en la lucha contra la economía sumergida».
El dirigente empresarial valenciano considera que es momento de agilizar la Administración y eliminar cargas burocráticas y, por último, propuso «que la industria con medio/alto valor añadido gane peso respecto del conjunto de la actividad económica; que se trace un mapa de capacidades productivas de las empresas y que se fomente la relocalización y la inversión industrial de modo que sea menor nuestra dependencia de mercados internacionales demasiado alejados y mayor nuestra capacidad para generar empleo de calidad».
Navarro indicó que la salida a la crisis es especialmente compleja en la Comunitat Valenciana por la infrafinanciación autonómica y porque, aunque no es la región más castigada desde el punto de vista sanitario, «sí que podemos estar entre las que más sufran las consecuencias económicas, dado que uno de los sectores más afectados, el turismo, representa el 14,6 % de nuestro PIB y genera el 15,1 % del empleo».
