La normalidad «mejorada» a la que aspira el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, incluye también una nueva etapa en cuanto a las relaciones con la oposición, principalmente Ciudadanos. Un acercamiento que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exploró ya para sacar adelante la prórroga del estado de alarma y que podría garantizarle la aprobación de los próximos presupuestos generales. La escena política valenciana, carente, según dijo Puig, de la crispación que sí se produce a nivel nacional, también incluye puentes entre el Palau y Ciudadanos. La alianza escuece al PPCV, pero también la miran con recelo Compromís y Unides Podem, socios de Gobierno en la Generalitat. Un acercamiento que se produce en un momento, además, en el que la coalición mantiene un distanciamiento y una agria relación con el Gobierno.

Puig, sin embargo, dejó claro que la estrategia de acercamiento a Ciudadanos continuará. Durante el encuentro telemático con Levante-EMV, patrocinado por el Banco de Sabadell, el jefe del Consell se mostró partidario de un diálogo permanente con todos los partidos, «especialmente» con la formación que lidera Toni Cantó: «Se trata de sumar, Ciudadanos tiene predisposición al diálogo y nosotros estamos dispuestos a hablar». Según el presidente, Ciudadanos ha dejado claro en la Comunitat Valenciana su voluntad de llegar a acuerdos.

A preguntas de este diario, admitió que le gustaría que este acercamiento fructifique en acuerdos y en una hoja de ruta que vaya «más allá de la legislatura», si bien aseguró que «no se trata de cambiar de socios» sino de ampliar los apoyos hacia un acuerdo amplio.

Además, Puig reconoció cierta preocupación por las difíciles relaciones que en estos momentos mantiene Compromís con el Gobierno de Sánchez, que ha llevado a que su único diputado, Joan Baldoví, vote en contra del estado de alarma y se abstenga en la propuesta para afrontar la nueva normalidad: «Me gustaría que la relación fuera lo más estrecha posible, se puede retomar el diálogo con mayor intensidad», indicó, aunque esta cuestión no entra dentro de su «esfera» de actuación.

Unidad para salir de la crisis

Puig, a lo largo de toda su intervención, se mostró partidario de un diálogo permanente con todos los partidos al defender que la unidad es la única manera de salir reforzados de esta crisis.

En esta apuesta por el diálogo recordó las tres vías abiertas para un acuerdo transversal: la comisión de reconstrucción de las Corts; el diálogo social con los agentes económicos y el acuerdo entre instituciones, además de la iniciativa promovida desde el Consell de Participación Ciudadana para que esta voz también sea tenida en cuenta. El reto es que antes del verano «este proceso deliberativo» tenga la «letra pequeña».

En esta apelación al diálogo y a dejar atrás las confrontación, el jefe del Consell lanza un aviso a la oposición al subrayar que la falta de acuerdo generaría desconfianza en la ciudadanía: «No creo que haya alguien interesado en gestionar la miseria, en que la reconstrucción fracase», señaló. «Nadie lo sabe todo, ni lo puede hacer en solitario», concluyó el presidente.

En este contexto, Puig subrayó que en la Comunitat Valenciana no habido la «confrontación radical» que tiene lugar en España: «Eso es bueno para la sociedad, se puede ser muy duro sin propiciar la confrontación», concluyó.