Sin duda, es una de las coletillas que más escuchamos en el día a día durante los meses estivales. También es una de las más aborrecidas por aquellas personas que no soportan las altas temperaturas. A pesar de la popularidad y el impacto que causa el anunciar la llegada del aire sahariano en verano, en muchas ocasiones un episodio de temperaturas altas no tiene su origen en una masa de aire tropical continental, que procede del norte de África (y en consecuencia, del Sáhara). Este término se ha acabado vulgarizando y se ha convertido en un simple sinónimo de calor, al igual que rápidamente se asocia una tormenta intensa a una gota fría o DANA, o a las calmas de invierno al aire siberiano (algo que realmente sucede en muy pocos eventos). ¿Por qué sucede esto? En algunos casos por desconocimiento técnico, en otros por ganar lectores o audiencia.

La Península Ibérica es un auténtico minicontinente, y que por su orografía se dan las condiciones ideales para que pueda crear y desnaturalizar masas o cuerpos de aire de distinta naturaleza, como sucede en verano con masas de aire procedentes del Atlántico. Los movimientos subsidentes del aire (descendencias), el intenso calentamiento diurno, la ausencia de nubosidad y que apenas haya viento en aquellas zonas a las que no llega la influencia del mar crean unas condiciones adecuadas para que la península pueda generar su propio calor (sucede lo mismo en el interior en invierno con las altas presiones de origen térmico). ¿Cuándo nos afecta realmente el aire sahariano? Sobre todo en aquellas situaciones en las que una vaguada o una gota fría está situada al oeste de las costas peninsulares, lo que provoca que el aire muy cálido del norte de África ascienda hacia nuestro territorio. Por cierto, tampoco hay que olvidarse de otros episodios de temperaturas muy altas, pero menos duraderos, que están asociados al recalentamiento del aire tras descender de la Meseta o de una cordillera, siendo las ponentàs valencianas uno de los mejores ejemplos (y no, el poniente o viene del Sáhara).