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Análisis

Podemos quiere dejar de ser tercera pata del Consell

Lima, la nueva lideresa, busca la forma de acabar con el papel subalterno de su partido dentro del ejecutivo

Pilar Lima, la primera persona sorda que dirige un partido en España, nueva lideresa de Podem. f. calabuig

Podemos se ha aclimatado a las instituciones con una rapidez inusitada cuando se cumple su primer año en los despachos del Consell. Pero esa adaptación resulta incluso excesiva para la nueva lideresa morada. Podemos vino a romper con todo y no ha roto nada. El partido está demasiado institucionalizado, piensa Pilar Lima.

Por eso, en su hoja de ruta figura que Podemos deje de tener un papel subalterno en el Consell. Que se desprenda de la etiqueta de tercera pata del ejecutivo, una posición que le corresponde por el número de diputados que aporta al Pacte del Botànic pero que irrita a la nueva dirigente podemista porque desprende cierta subordinación a los socios. Unos socios que miran estos días con prevención su ascenso al liderazgo morado.

Con recelo ve también su llegada el vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, enfrentado a Lima en la batalla interna al tomar partido desde el primer día por la que fue su rival, la portavoz en las Corts, Naiara Davó, derrotada por la mínima. En el entorno de Lima no esconden el malestar con el vicepresidente al que atribuyen buena parte de la crispación generada en el tramo final del proceso orgánico.

Lima sueña con un Podemos más beligerante que marque iniciativa en el Consell. Pero quien deberá llevar al gobierno las directrices que marque el Consejo Ciudadano, el órgano que dirige la estrategia política de Podemos y que ahora queda en manos de Lima, es precisamente Dalmau. ¿Encaja el vicepresidente en ese perfil más beligerante que quiere Lima?

Cercanos a Dalmau señalan que no es cuestión de beligerancia, sino de partido y reconocen que el que fuera candidato a la Generalitat en 2019 (con un pacto de familias que apoyó la propia Lima) ha lamentado muchas veces no tener detrás un partido fuerte. Se ha sentido huérfano. Realmente no tenía partido. Ahora, añaden, Dalmau agradecerá que exista un órgano político que marque estrategias. Le va a venir bien, insisten.

Los afines a Lima tampoco creen que el perfil de Dalmau sea lo más importante en la nueva etapa que abre su triunfo, sino la estrategia política, que hasta ahora era un desastre porque no existía, admiten. Apuntan que Lima va a ser escrupulosamente orgánica y las decisiones estratégicas las tomará el Consejo Ciudadano.

Factor desestabilizador

Pero la relación de Lima y Dalmau ya viene deteriorada y puede ser un factor desestabilizador de Podemos y por extensión del Consell, opinan varias fuentes.

Son los mismos que señalan que lo que viene es un partido más combativo y recuerdan que Lima ha logrado su mínima victoria con el apoyo no solo de los dirigentes más cercanos a Pablo Iglesias en Madrid sino por la facción más radical, agrupada en torno a los anticapitalistas, algunos de los cuales van a formar parte de la dirección política de Podemos en la Comunitat Valenciana cuando hace un año hubo quien votó en contra de que Podemos entrara en el Consell porque piensan que es mejor quedarse fuera de los gobiernos. Son los anticapitalistas que a principios de año sellaron su ruptura con Iglesias. Una parte ha acabado agrupada en torno a Lima.

Hay otro factor de previsible choque en Podemos. La nueva coordinadora general va a encontrarse también con una portavoz parlamentaria, Naiara Davó, que parece no haber encajado bien su derrota. Davó lleva días insistiendo en que se ha producido una victoria compartida y un empate técnico, términos que molestan a Lima que considera que Davó quiere restar legitimidad a su triunfo, que aunque llegó por un estrecho margen es victoria al fin y al cabo. Aseguran que es la misma estrategia que adoptó Davó cuando reclamó una revisión que ella sabía que no se produciría.

Se resiste a aceptar la derrota

Davó se resiste a aceptar su derrota y en el entorno de Lima aseguran que con su posición se está ya enfrentando al partido. Davó lidera el grupo parlamentario en las Corts, pero Lima, que quiso ser síndica y Davó le ganó la partida, dirige ahora el partido. Ambas tienen que convivir en un grupo parlamentario que es mayoritariamente afín a la portavoz alcoyana y donde Lima no es que esté en inferioridad, sino que está prácticamente sola.

Así las cosas, Lima tiene que formar ejecutiva, en la que ya se sabe que no estará Davó, ni obviamente Dalmau, que aunque no quiere batallas orgánicas fue uno de los más activos en la más reciente. La ejecutiva solo pueden formarla miembros del Consejo Ciudadano, donde Lima tiene ventaja porque ella misma desnivela el empate a 14 que dejó la votación. Así llega el nuevo Podemos de Lima.

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