Un estudio llevado a cabo en la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) y becado por la Cátedra Aguas de Valencia considera viable la explotación del acuífero de la Plana de Valencia en situaciones puntuales de emergencia para el abastecimiento de los usos urbanos en Valencia y poblaciones de su área metropolitana. No obstante, el mismo trabajo señala que esta explotación está sujeta a cierto grado de incertidumbre para periodos de tiempo más prolongados, debido a la clara tendencia decreciente de la precipitación en la zona, y la consiguiente afección al almacenamiento del acuífero.

Estas dos son las conclusiones del estudio realizado por la investigadora Ariadna Callea en su Trabajo Final de Máster Evaluación de las posibilidades de abastecimiento con agua subterránea a la ciudad de València y su área metropolitana, dirigido por Eduardo Cassiraga (IIAMA-UPV) y Heliodoro Sancho Iranzo (Global Ómnium). La investigación parte de la reducción de las precipitaciones medias anuales que está experimentando, de forma heterogénea, el área mediterránea, como consecuencia del cambio climático, así como el aumento de la frecuencia y duración de los periodos de sequía.

«Este nuevo contexto provoca que los niveles de los embalses de cabecera de las cuencas del Júcar y del Turia se encuentren por debajo de su media histórica, afectando directamente al abastecimiento de agua potable a la ciudad de Valencia y su entorno», afirma Callea. Con el fin de minimizar la dependencia de ambos ríos, Callea explora la posibilidad de incorporar recursos alternativos que garanticen el suministro a medio y largo plazo.

En este sentido, se optaba por determinar la viabilidad de trasladar la concesión de los pozos de La Presa (hasta 950 l/s) a la ciudad de València mediante la ejecución de dos baterías de pozos con capacidad para 500 l/s cada una, de funcionamiento en continuo; una situada en la zona del Bioparc y la otra entre la V-30 y la Ronda Sur, a la altura de la Nueva Fe.

Por otro lado, se analizaba la viabilidad de construir una serie de pozos de emergencia para abastecimiento a València (2 baterías de pozos de 300 l/s cada una) y su área metropolitana (1 batería de 500 l/s y otras 2 baterías de 250 l/s). Estos solo funcionarían durante períodos de estiaje de los ríos o bien ante situaciones de emergencia producidas por fallos en las plantas potabilizadoras o de rotura de las tuberías de aducción.

Para ello, Callea ha desarrollado un modelo numérico de flujo de agua subterránea capaz de reproducir correctamente y de forma fiable el comportamiento del sistema hidrogeológico de la Plana de València Norte y València Sur. Posteriormente, se han planteado diferentes escenarios para comprobar el comportamiento del sistema en diversas situaciones en materia hidrológica, en los que el sistema ha respondido.