El Síndic de Greuges critica en su informe la «confrontación pública» que ha habido entre ayuntamientos y la conselleria cuando esta se disponía a abrir nuevos centros de menores en estas localidades, algo que «sirvió para aumentar el rechazo al colectivo de menores al que iba dirigido». Y así, falló la colaboración «en un momento de emergencia» entre una conselleria «que no informó suficientemente a los ayuntamientos» y unos consistorios que recurrieron «a argucias legales para denegar las autorizaciones pertinentes». El Síndic, en el citado documento, advierte de que hay que evitar esas situaciones para «reducir y eliminar las actitudes de rechazo social hacia el colectivo de menores extranjeros».