Un empresario e ingeniero de sonido ha testificado en el juicio del caso Gürtel que el número 3 de la trama, Álvaro Pérez, el Bigotes, le utilizó para quedarse con su proyecto técnico para la visita del papa a València en 2006 y apuntó que en las reuniones para prepararlo «olía a chamusquina». La Audiencia Nacional reanudó ayer el juicio de los veintidós acusados de esta pieza de la trama de corrupción relacionada con el PP, seguida por supuestas adjudicaciones irregulares al entramado liderado por Francisco Correa con motivo de la visita del papa Benedicto XVI a València en julio de 2006 para participar en el V Encuentro Mundial de las Familias.

Según la Fiscalía Anticorrupción, tras asumir la Radiotelevisió Valenciana (RTVV) la señal de la retransmisión de la visita del papa el entramado de Gürtel consiguió que el ente público le adjudicara un montaje de pantallas y sonido en las calles de València por «un precio desorbitado» de más de siete millones de euros.

En la sesión de este martes ha testificado José Luis A. A., quien recordó que una persona de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias -integrada por la Generalitat, el Arzobispado, la Diputación y el Ayuntamiento de València- se puso en contacto con él a principios de 2006 para encargarle el diseño de un proyecto técnico del montaje.

Preguntado sobre quién se encargaba de montar el evento diho que «había indefinición porque aparentemente estaba controlado económicamente por la Fundación y querían que estuviera gestionado por Canal 9», pero aseguró que «todo pasaba por Álvaro Pérez». Aseguró que Canal 9 carecía de medios humanos y técnicos para hacerse cargo del proyecto, y recordó que le dijeron que fuera «muy discreto».