La Plataforma per l'Ensenyament Públic del País Valencià ha propuesto a la Conselleria de Educación la creación de una «beca digital» que ayude a las familias a dotar sus hogares con conexión a internet y dispositivos tecnológicos que, en los últimos meses, han sido esenciales para que el alumnado continuara aprendiendo desde casa.
La plataforma, que ayer presentó a la conselleria esta y otras propuestas en un documento de cara al próximo curso, considera que se debe garantizar que haya en todas las casas «dispositivos, programas y acceso a la red», por lo que también proponen la implantación de un «wifi social» en zonas «especialmente desfavorecidas».
Según Rubén Pacheco, presidente de Fampa-València y portavoz de la plataforma -formada por una veintena de sindicatos, ampas y asociaciones-, se trata de una ayuda que consideran «absolutamente necesaria», ya que, «si esta situación ha puesto una cosa en evidencia es que el acceso a internet ha condicionado hasta llegar a imposibilitar que algunos alumnos hayan accedido a una formación mínima». Las entidades que integran la plataforma consideran que la conselleria actuó «de manera rápida» durante el confinamiento con la adquisición de 14.000 tabletas (que el próximo curso llegarán a las 29.000) para reducir la brecha digital, pero creen que es una medida «limitada» porque «es evidente que no se ha llegado a todos».
Por esto, piden a Educación que «estudie y busque la manera de hacer posibles» unas ayudas para generalizar el acceso a internet y a dispositivos tecnológicos, empezando por los «casos de extrema necesidad, pero ampliándose también al resto de familias. «En casas con internet, ordenador, tabletas... donde pensábamos que no había dificultades, las hubo, tuvieron que hacer cábalas matemáticas para que todos accedieran al teletrabajo y a la teledocencia», expone Pacheco, quien afirma que, pese a los esfuerzos, la implantación de las Tecnologías de la Información (TIC) en la educación pública está «a años luz» de como debería.
Modernizar el temario
Por otro lado, otra de las principales peticiones es la necesidad de que cada centro educativo cuente con un servicio de enfermería propio y que no sea itinerante (igual que también piden para los servicios psicopedagógicos). «Los docentes no están capacitados para hacer curas o poner inyecciones», apuntan. Asimismo, también consideran que la Generalitat debe reforzar los equipos de orientación de cada centro; y que los currículums se deben «aligerar, revisar y modernizar», priorizando «los aprendizajes imprescindibles» y llevando a cabo una «renovación metodológica».
Del mismo modo, desde la plataforma defienden que se debería estudiar la implantación de turnos y horarios escalonados en las aulas, además de limitar el número de alumnos por clase, así como incidir en la desinfección y limpieza, tanto en los centros como en el transporte escolar.
