Desplazado desde Madrid ayer para participar ex profeso en la comisión de reconstrucción de las Corts, el secretario del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, puso en evidencia las lagunas del sistema fiscal valenciano. Expuso que hay una mayoría social que cree que no paga más quien más tiene y que en la Comunitat Valenciana, igual que en el conjunto de España, el sistema tributario tiene una insuficiencia recaudatoria clara. Los gobiernos autonómicos tienen el 15 por ciento de la responsabilidad recaudatoria. «Si no ingresamos no podemos dedicar más dinero a gasto social», aseguró. Falta equidad y hay fraude fiscal y economía sumergida en exceso, según datos del estudio que Mollinedo repartió a los diputados.
El agujero recaudatorio hace que cada valenciano dispongan de 132 euros menos de lo que le correspondería con un sistema más eficaz. Mollinedo también ve margen para subir impuestos, como el IRPF que están por debajo de la media española. Hay espacio asegura para recaudar cien millones de euros más al año, aunque, por contra, impuestos valencianos como el de transmisiones y actos jurídicos documentados es dos veces superior y las tasas y precios públicos también están por encima de la media española. Pero el potencial global de ingresos valencianos con modificaciones vía impuestos es de 610 millones de euros y superarían los mil con cambios de la política impositiva estatal.
Mientras, la presidenta del Consell de la Joventut, Pilar Blasco, reclamó ante los diputados políticas específicas para abordar la alta tasa de paro juvenil, la precariedad de los contratos y el continuo aumento de los precios del alquiler.
Y la de las Federación de Sociedades Musicales, Daniela González, propuso medidas en innovación, inclusión social y despoblación y ayudas para paliar la difícil situación económica de las sociedades musicales.
