En la era de la distancia social, las gasolineras automáticas, el modelo de negocio de estaciones de servicio que se caracterizan por funcionar sin personal, han conseguido captar la atención precisamente por su hecho diferencial. La pandemia y los cambios de hábitos a los que se está viendo obligada la sociedad, reduciendo el contacto, les ha puesto en el mapa.
Pese a la caída en la facturación de entre un 60% a un 80% dependiendo de las zonas por la reducción de la movilidad durante el estado de alarma, fuentes del sector aseguran que, en comparación a la situación previa a la pandemia, han recibido un incremento de demanda de entre el 10% y el 20% respecto a los vehículos en circulación, si se compara con la situación previa a la covid-19.
De un modo u otro, el modelo de negocio está captando inversión. Según un estudio de mercado de la patronal Aesae, este tipo de gasolineras representa un 17% del mercado en la C. Valenciana, es decir, que casi dos de cada diez estaciones funcionan sin personal. Es la segunda autonomía con mayor penetración de estaciones automáticas de España, tan solo superada por Cataluña. En términos absolutos, la autonomía cuenta con 197 gasolineras automáticas y crece un 2% con respecto al año pasado. Por provincias, València aglutina un 58% del total (115), seguida por Alicante con un 29% (58) y, por último, Castelló con un 13% (24).
«Este crecimiento se ha dado, entre otros factores, por el aumento de demanda de gasolina de calidad a un menor precio, y el servicio de calidad, rápido y seguro que ofrecen las estaciones automáticas. El consumidor obtiene una media de ahorro de 10 céntimos por litro, generando un ahorro anual de entre unos 280 a 320 euros al año, según un estudio de la OCU. A este ahorro hay que añadirle el 'efecto derrama' o efecto en los precios de la zona, que ha sido identificado en un estudio de 2019 de la CNMC», señala el dirigente de la patronal, Manuel Jiménez.
Conflicto con el Consell
El camino de este modelo de negocio, que ya lleva varios años de implantación y que en la Comunitat Valenciana cuenta con marcas propias como GasExpress, también está teniendo obstáculos. De hecho, Aesae ha denunciado ante la Comisión Europea la normativa valenciana de consumo que, a su entender, obstaculiza la libre competencia. «El crecimiento del sector se puede ver afectado por la nueva modificación del Estatuto del Consumidor de la Comunitat valenciana realizado en diciembre de 2019, y que obligaría a todas las gasolineras a tener personal de manera indirecta». Pese a la no obligación de tener personal en las estaciones, la patronal señala que cuentan con trabajadores vigilando el cumplimiento de las normativas, a una media de 1,5 empleos por estación de servicio.
