La vuelta a una cierta normalidad tras el estado de alarma y el confinamiento para reducir los contagios por coronavirus, con la reapertura de los centros de consumo y de las fronteras está teniendo efectos beneficiosos para la industria valenciana, que empieza a recuperar, en términos de producción, los niveles previos a la crisis del coronavirus, aunque no de forma homogénea. Actividades como el textil para el hogar, por ejemplo, ya están en esa situación. La agroalimentación se encuentra muy próxima a alcanzarla. La mayoría de los restantes sectores, sin embargo, solo ve ese horizonte como una esperanza.
El presidente de la Federación Agroalimentaria de la Comunitat Valenciana (Fedacova), Federico Félix, recuerda que este sector ha sido una de las actividades esenciales durante la pandemia, no en vano es el que ha permitido que la población se alimentase. Por tanto, la mayor parte del mismo se encuentra como antes de la llegada del coronavirus en cuanto a producción, con la salvedad relevante de las empresas de productos congelados, que se vieron sumamente afectadas por el cierre de hoteles, bares y restaurantes. Con la reapertura de este tipo de negocios, dichas firmas han reactivado su trabajo y, según Félix, ahora se encuentran al 60 % de su capacidad, «aunque esperamos que puedan recuperar el resto a lo largo del verano», especialmente si no se produce una vuelta atrás en la libertad de movimientos y el número de turistas alcanza una cifra significativa. En cuanto a las exportaciones, el presidente de Fedacova afirma que no ha habido cambios sustanciales en este tiempo, más allá de casos puntuales por el cierre de algún país de destino de las ventas.
Por su parte, Càndid Penalba, presidente del Consejo Intertextil Español y máximo dirigente de los empresarios de este sector en la Comunitat Valenciana hasta esta semana, aseguró que los empresarios «ya estamos en niveles de producción previos a la crisis», en especial en el subsector de los textiles para el hogar, debido de manera especial al considerable incremento que ha experimentado el consumo: «Las peticiones de Ikea y otras grandes cadenas de distribución se han disparado, tal vez porque durante los meses del confinamiento la gente ha prestado más atención a la necesidad de renovar cortinas, ropa de cama o colchones. De hecho, las fundas para estos últimos se están demandando mucho seguramente por higiene».
La recuperación de la producción ha ido paralela a la del empleo en el textil, aunque el regreso de trabajadores en ERTE aún no es total. Otra cosa es el comercio exterior. Penalba asegura que las exportaciones a la Unión Europea, el gran mercado del textil, «aún no han llegado en conjunto a los niveles de ventas previos a la crisis, pero sí en algunos países, como Alemania, Francia e Italia».
Fuentes de la patronal autonómica CEV aseguraron a este diario que, al margen de los citados, ninguno de los otros sectores industriales de la autonomía ha alcanzado todavía la producción que tenían antes de la crisis del coronavirus.
