El conseller de Economía, Rafael Climent, optó el pasado viernes en el pleno del Consell por no abrir el melón sobre la reincorporación del cien por ciento del funcionariado al trabajo presencial. El asunto había tensado a los socios de Gobierno (principalmente a conselleries de Compromís con la Conselleria de Justicia que dirige Gabriela Bravo) las últimas dos semanas, pero todo apuntaba a que Compromís había renunciado a cambiar el controvertido acuerdo del Consell que regulaba el regreso físico al puesto después del estado de alarma. La reunión que Bravo mantuvo días antes del pleno con las subsecretarías de los doce departamentos parecía haber servido para dar carpetazo a las diferencias, pero el supuesto repliegue de Compromís duró poco y el fuego vuelve a avivarse.
La Conselleria de Economía acaba de dictar nuevas instrucciones que suponen un desafío en toda regla a la posición del departamento de Bravo recogida en el acuerdo del Consell del 19 de junio sobre medidas para afrontar la nueva normalidad y que establecía el trabajo presencial como norma. Sólo podría excusar su ausencia el personal considerado vulnerable al Covid-19 y no amparaba la opción del teletrabajo ni si quiera por motivos de conciliación.
El nuevo plan de contingencia del departamento de Climent, sin embargo, abre la puerta a que el funcionariado adscrito pueda teletrabajar tres días a la semana y sólo tenga obligación de acudir a su puesto físico dos días. Un acuerdo que, según recoge el documento al que ha tenido acceso este diario, tiene por objetivo «limitar el contacto físico y la exposición al coronavirus del personal empleado público». La modificación del plan de contingencia para la Torre 2 del Ca90 (Complejo Administrativo 9 d'Octubre) donde Economía tiene su sede lleva la firma del subsecretario y está fechado el pasado martes. Coincide en el tiempo con la preocupación desatada después de que este fin de semana se confirmara un caso positivo en la Torre 4, que alberga la Conselleria de Justicia, que ha obligado a confinar a cuatro compañeros, si bien ayer ya trascendió que todos eran negativos.
El nuevo plan de contingencia tiene antecedentes y, según diversas fuentes, está bien armado desde el punto de vista jurídico. Su objetivo es «conciliar» el decreto del Consell de regreso físico al trabajo con la resolución del comité de seguridad y salud de la citada conselleria reunido el 22 de junio que instaba a un regreso progresivo y a la potenciación del teletrabajo.
Economía apela al Decreto Ley del Estado 21/2020 que establece que corresponde al director del centro de trabajo adoptar las medidas para la reincorporación progresiva para suavizar el regreso . Establece que cuando la naturaleza de la actividad lo permita, se «podrá establecer turnos de trabajo que garanticen la incorporación a la actividad presencial de 100 por cien del personal, estableciendo el número mínimo de días semanales no inferiores a dos, que deberán acudir presencialmente al centro de trabajo». Y añade que «aquellas persones que disponen de la infraestructura necesaria para el trabajo remoto» podrá hacer uso de ella tres dies a la semana». Además, se permite teletrabajar a las personas con menores de 13 años o mayores a su cargo y se da opciones a quienes no puedan fichar por trabajar desde fuera a que solventen la incidencia con sus responsables. Facilidades que no están en el resto de conselleries.
La reinterpretación del acuerdo del Consell por cada conselleria fue la vía apuntada el pasado viernes por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que también defendió el teletrabajo.
