El número de contagios de coronavirus detectados en las últimas 24 horas en España se disparó ayer hasta los 257, más del doble de los registrados el martes, lo que supone la cifra más alta de nuevos positivos en un solo día desde el fin del estado de alarma y el inicio de la «nueva normalidad» el pasado 21 de junio. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, que cifra en 9 los fallecidos de la última semana, los nuevos casos se concentran en Aragón, que informado de 60; Cataluña (52), Galicia y Madrid, ambas con 35, y Andalucía, con 28, seguidas, pero de lejos, por el País Vasco, con 12, y Extremadura, con diez. Solo Canarias y Ceuta y Melilla no han diagnosticado nuevas infecciones.

Además, los brotes activos rozan los 70 en toda España, aunque preocupan especialmente dos: el del Sagrià en Lleida, cuyo avance ha provocado que desde hoy las mascarillas sean obligatorias siempre en toda Cataluña, y el de A Mariña, en Lugo, con 144 casos activos y 80.000 personas confinadas hasta mañana viernes. También ha sido necesario tomar medidas en Ordizia (Gipuzkoa), donde el foco originado en una zona de bares afecta a 48 personas tras sumar ayer 13 nuevos contagios, de manera que se ha limitado la actividad hostelera y de ocio y se ha impuesto el uso de mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y cerrados de uso público o que estén abiertos al público.

Avance descontrolado en Lleida

La principal hipótesis que se baraja es que el «paciente cero» fue una persona que viajó al municipio desde Lleida y mantuvo una reunión familiar en un local; de momento, el brote no afectará a las elecciones del domingo, si bien el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro, aseguró que «no se dan las garantías de seguridad ni democráticas» para celebrarlas.

Los focos que más inquietan a las autoridades son los de Lleida, que ayer sumó otros dos focos, y el de A Mariña. Concretamente en la comarca del Segrià, la epidemia avanza sin control. Ya hay 69 personas hospitalizadas, nueve de ellas en UCI, y se necesitan médicos neumólogos, intensivistas e internistas, más rastreadores de contactos y más agentes que hagan un seguimiento comunitario de las medidas de aislamiento.

Con 33 nuevos positivos notificados en las últimas 24 horas y más de 500 en una semana, el departamento de Salud ha decidido reforzar con 15 profesionales el servicio de vigilancia epidemiológica en la comarca, cuyos 210.000 habitantes están confinados perimetralmente desde el sábado.

El otro brote que preocupa a los expertos sanitarios es el que se detectó el pasado 23 de junio en A Mariña, donde los casos activos han subido en 24 horas de 121 a 144, la mayoría asintomáticos o con cuadros leves. Los accesos a la costa de Lugo están cerrados para contener la propagación y así permanecerán al menos hasta el próximo viernes, pero si la evolución lo aconseja habrá una prórroga del confinamiento de los cinco días iniciales. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dijo no estar «especialmente preocupado» desde el punto de vista sanitario porque no hay nadie en UCI de los cinco hospitalizados totales.