Pedro Sánchez y Giuseppe Conte han sincronizado sus agendas para lograr que el Consejo Europeo de los próximos 17 y 18 de julio acabe con un acuerdo sobre los fondos de reconstrucción. El presidente del Gobierno y el primer ministro italiano quieren que la cantidad mínima sea la propuesta por la Comisión: 750.000 millones de euros, de los cuales 500.000 serían transferencias directas sin devolución y los otros 250.000 en préstamos. Pero no todos los miembros de la UE apoyan este enfoque. Los países llamados 'frugales' (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia) están en contra. Defienden que la cantidad sea menor, sujeta a duras condiciones, con un mayor peso de los créditos y durante un tiempo de dos años, en lugar de cuatro. Así que Sánchez y Conte se vieron ayer en Madrid para mostrar su sintonía. Ambos coincidieron en alertar del fin del mercado único si no se llega a un pacto como el que ellos defienden.

«Sánchez y yo hemos llegado a un acuerdo: tenemos que enviar un mensaje fuerte -dijo Conte en la Moncloa-. No podemos dudar. Tenemos que ser osados. Es la única manera de lograr una respuesta europea fuerte. Cuando hablamos del interés común, hablamos del interés de Europa. Lo que está en tela de juicio es el mercado único. Si no diésemos una respuesta fuerte, se destruiría el mercado único. Nuestra economía sería menos competitiva a nivel mundial. Hay una competencia feroz con otras economías. Por eso Europa debe actuar unida. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para tener un paquete de respuesta antes de que acabe el mes. No podemos esperar. La premura es clave».

A su lado, el presidente del Gobierno incidió en la misma idea. «Europa tiene que ser la respuesta a la gran crisis de la pandemia. Compartimos una visión de cuál debe ser la respuesta histórica de Europa. La recuperación y la unidad son las dos caras de la misma moneda. Si no hay unidad, no habrá recuperación», señaló.

Desplazamientos idénticos

Si se trazase un mapa de Europa y se dibujaran los desplazamientos de Sánchez y Conte durante estos días, las líneas serían casi idénticas. El italiano estuvo el martes en Lisboa para reunirse con su homólogo portugués, António Costa. El jefe del Ejecutivo viajó allí el lunes. La semana que viene, Conte estará en Holanda y Alemania. Lo mismo hará Sánchez, que también acudirá a Suecia. Salvo en el caso alemán, donde según fuentes del Gobierno español Angela Merkel respalda las posiciones de los países del sur (al igual que el francés Emmanuel Macron), estos últimos destinos pretenden persuadir a los países más reacios de la necesidad de aprobar un fondo de reconstrucción ambicioso y con escasas condiciones. «Estoy siguiendo un poco la estela de Conte, para ver si hacemos una labor diplomática con los frugales», dijo el presidente. «No podemos quedarnos por detrás de la propuesta de la Comisión Europea. Es equilibrada y útil. Quizá no es la que hubiéramos querido Sánchez y yo, pero tenemos que ser realistas», insistió el primer ministro italiano.

Las reuniones con Costa y Conte también han servido al jefe del Ejecutivo para plasmar los apoyos de Nadia Calviño para presidir el Eurogrupo, el órgano informal que reúne a los ministros de la zona euro. La vicepresidenta económica se medirá hoy al irlandés Paschal Donohoe y al luxemburgués Pierre Gramegna. Como hizo el primer ministro portugués el lunes, el italiano respaldó a la candidata española. Sánchez es «optimista».