Convocar la comisión de seguimiento del pacto del Botànic (a ser posible este mes) para adaptar el acuerdo de gobierno a la crisis social y económica postcovid y una estrategia conjunta de toda la izquierda en defensa de un modelo de financiación justo son los dos acuerdos de la reunión, ayer, entre el líder de los socialistas y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la nueva coordinadora general de Podem, Pilar Lima.

Socialistas y Podem son socios en el Consell junto a Compromís y conforman el primer gobierno de coalición de izquierdas en España desde la república, lo que les da la posibilidad de presionar en Madrid por una cuestión clave como la de financiación y que depende de la iniciativa que pueda adoptar el Gobierno de España.

Puig es, además, el primer líder valenciano que atiende la petición de reunión que Lima ha cursado al resto de formaciones de izquierda, lo que demuestra que hay cercanía entre los socialistas y Podem.

Lima cree que la cuestión de la financiación debe abordarse de forma multilateral entre el Consell, el Gobierno de España y los ejecutivos autonómicos y que ambos partidos busquen juntos una salida a esta cuestión, a lo que Puig no puso inconveniente ayer.

Debate interno del Botànic

Además, el jefe del Consell coincide con Lima en la necesidad de que exista un debate interno dentro del Botànic para discutir las nuevas prioridades después de la pandemia y ayer expresó que la voluntad del Consell y la de los partidos que lo sustentan es la de ampliar al máximo los acuerdos más allá de las fronteras partidarias, como podría ocurrir en la comisión para la reconstrucción de las Corts si se suma finalmente al acuerdo Ciudadanos.

Puig sostiene que lo fundamental en estos momentos es reactivar la economía y ofrecer oportunidades a todos los ciudadanos en una sociedad cohesionada y ayer agradeció a Lima su voluntad de profundizar en el camino de la cooperación y colaboración entre ambas formaciones de izquierda. Fuentes de Podem apuntan que su intención es que la reunión del Pacte del Botànic se celebre este mes de junio para que a la vuelta del mes de septiembre el Consell pueda ya poner en marcha las medidas que se acuerdan entre los tres partidos que sustenta el pacto.

El encuentro ha sido cordial y ambas partes han encontrado sintonía y predisposición, según señalaron. En Podem apuntan que Puig ha visto de primera mano que Lima no va a ser un elemento desestabilizador del Pacte del Botànic como algunos apuntaban en la propia formación morada en el período de pulso interno que concluyó con el triunfo de Lima.

Diversidad y democracia avanzada

«Desde el Consell asumimos la diversidad como forma de entender una democracia avanzada y trabajaremos juntos para que en esta crisis nadie se quede atrás», dijo ayer Puig. El jefe del Consell aseguró que el encuentro había resultado muy satisfactorio entre dos partidos «que se respetan y que apuestan tanto desde el Consell como desde el Gobierno de España por una salida de la crisis justa para todos», señaló.

Mientras, Lima tiene pendiente reuniones con el resto de partidos de izquierda, con Compromís y con su aliado, Esquerra Unida, según señalaron desde la formación morada, aunque no hay fecha para ello. La idea es que con los socialistas mantengan reuniones posteriores personas de la nueva dirección morada, que salió con el cien por cien de afines a Lima, y mantener la buena sintonía exhibida en el encuentro de ayer.