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Compromís mira a Galicia y el País Vasco

El avance del BNG frente a Podemos en la jornada electoral de hoy se estudia con detalle en el Bloc - También hay interés en Bildu, coalición de tres partidos como la valenciana, probable segunda fuerza en Euskadi

Compromís mira a Galicia y el País Vasco

Una de las formaciones valencianas que con más interés seguirá este domingo las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia es Compromís y su partido mayoritario, el Bloc, que espera que formaciones como el Bloque Nacionalista Galego (BNG) o Bildu ensanchen su espacio político y su base social. En estos dos comicios, el Bloc tiene claras sus preferencias y ya ha dado su apoyo formal y ha deseado éxito a las candidatas de BNG y Bildu, Ana Pontón y Maddalen Iriarte, ante la cita electoral.

Con interés se miran muchas claves este domingo en los dos territorios. Una es el ascenso del Bloque, que está recuperando un espacio que perdió en su día tras la fractura interna que acabó con la creación de Anova y la salida del histórico Xosé Manuel Beirás.

El BNG, que llegó a gobernar Galicia con los socialistas entre 2005 y 2009, cayó hasta convertirse en cuarta fuerza en 2016. Ahora empieza a recuperar el terreno que perdió con la irrupción de Podemos y En Marea, su marca gallega, que fue segunda fuerza, tras el imbatible PP, hace cuatro años.

En el Bloc se ve la caída de la fuerza morada como la apertura de un nuevo ciclo político ya que no son pocos los que creen que en el espacio morado valenciano hay margen de crecimiento, lo mismo que ocurre en Galicia.

Así, el avance del Bloque y más si obtiene una ventaja amplia respecto a Podemos (ahora Galicia en Común) no pasa desapercibido en Compromís. Incluso algunos sondeos sitúan al BNG como segunda fuerza gallega, por delante de los socialistas, el gran sueño de Compromís en la Comunitat Valenciana que no ha podido cumplir.

Una noche electoral en la que, además, la única posibilidad de gobierno alternativa al PP de Núñez Feijóo es un tripartido a la valenciana con socialistas, Bloque y Galicia en Común. En juego está la supremacía de un PP que abarca toda la derecha y el centro y que, por ejemplo, desarrolla políticas lingüísticas equiparables a las de Compromís en la Comunitat Valenciana. Todo ello en un contexto valenciano que tiene al Bloc sumergido en un congreso de refundación que la pandemia ha obligado a posponer y que está llamado a encumbrar un potente liderazgo interno como el del conseller Vicent Marzà, con el horizonte de ensanchar la base social y electoral tradicional del Bloc.

Fuentes del partido analizan los comicios gallegos y señalan que si el BNG acaba asumiendo el espacio de Podemos es por su fuerte implantación territorial. Los nacionalistas tienen un arraigo social en pueblos y ciudades gallegas que no tiene Podemos y que hace que aunque tengan momentos de gran debilidad acaben recuperando su espacio. Esa penetración al estilo BNG la tiene el Bloc y Compromís en las comarcas valencianas, pero Podemos carece de ella, señalan.

La lectura es incluso estatal. La consolidación y fortaleza de partidos arraigados a sus territorios será clave también para la política del Estado en los próximos meses.

El funcionamiento de Bildu

Sánchez llegó a La Moncloa con el apoyo de partidos periféricos de izquierda que tienen en esa cercanía al territorio su fundamento, tipo Compromís, BNG, Bildu, ERC o incluso Más Madrid y Teruel Existe, pero ahora los socialistas pueden elegir otros apoyos y explorar vías con Ciudadanos, un partido nacional. Con formaciones periféricas fuertes, Sánchez tendrá más difícil pactar con los de Arrimadas.

También se está pendiente en el Bloc de EH Bildu en el País Vasco, una formación demonizada por la derecha que los sitúa como herederos de la antigua Batasuna, y que hoy es el principal partido de la izquierda independentista vasca.

Bildu tiene una estructura de funcionamiento casi idéntica a Compromís. Se trata de una coalición electoral permanente de tres partidos, igual que la valenciana. Si Compromís se sustenta en el Bloc, Iniciativa del Poble Valencià y VerdsEquo, EH Bildu lo forman también tres partidos: Eusko Alkartasuna, una escisión del PNV en los 80 con la que el Bloc siempre ha tenido una relación muy cercana, además de Aralar y Sortu. Esta última sería la heredera de la antigua Batasuna, con aproximadamente un tercio de la fuerza interna, mientras Aralar, con un perfil ecopacifista y más presencia en Navarra, sería la Iniciativa valenciana.

Por eso, el funcionamiento y el resultado de la coalición vasca, convertida en segunda fuerza en el País Vasco, es seguido desde la Comunitat Valenciana y Compromís no oculta simpatía por la coalición vasca. Los independentistas lograron en 2016 el 21% del voto y tienen 17 diputados en una cámara de 75. Compromís logró el 16,8% en las elecciones de abril de 2019 y cuenta también con 17 diputados en las Corts. Pero con resultados similares en sus territorios, Bildu logró cinco representantes en el Congreso, el talón de Aquiles de Compromís, que solo tiene uno.

Afinidad en la alianza europea

Con EA y Sortu, formaciones integradas en Euskal Herria Bildu, y con el BNG, los nacionalistas valencianos comparten espacio en el grupo Verdes-ALE, la Alianza Libre Europea de corte progresista con 46 formaciones autonomistas o nacionalistas que defienden el derecho a la autodeterminación de los pueblos y la diversidad cultural y lingüística. Grupo que tiene otros aliados clásicos del Bloc como Més Mallorca o la CHA aragonesa.

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