Cuando se animó por fin a realizar su primera exposición se moría de vergüenza, dice. Ahora tiene un museo. La ceramista Elvira Aparicio (Aielo de Malferit, 1946) expone en una sala permanente del Palacio de los Marqueses de Malferit, sede del ayuntamiento, una impresionante colección de piezas donada a su localidad natal e inaugurada en 2015. Su piso y su cercano taller de cerámica en la calle del Doctor Zamenhoff de Valencia, donde reside, se quedaron pequeños un día. ¿Y qué mejor destino que el espacio de su infancia para concentrar y exhibir sus piezas?

«Vacío el taller y empiezo de cero», dice Elvira que se propuso. Lo malo es que extraordinariamente prolífica como es, ya tiene producción para llenar otro museo. «Trabajo muchísimo, mi cabeza no para. Va más rápido que mis manos», explica esta licenciada en Filosofía y Letras, Ciencias de la Información y catedrática de Historia del Arte. Elvira está «encantada» con su exposición permanente de Aielo, pero su difusión puede mejorar. Las visitas están reducidas a un día a la semana, los miércoles. Y al estar dentro de las dependencias municipales, no es visitable los fines de semana por que, lógicamente, el ayuntamiento cierra. Es por ello que ya está en marcha un posible traslado de la sala. Sería dentro del actual mandato, y muy probablemente al lado del Museu de Nino Bravo, lo que permitiría compartir el personal de ambos y así ofrecer una apertura mucho mayor que la actual. «Mi idea sería, aprovechando el traslado, ampliar la donación y entregar parte de lo que se quedó fuera además de nuevas piezas», explica. «Pero solo de pensar en el traslado...», bromea. Además, la autora está inmersa ahora en un nuevo tipo de producción «más espontánea, menos elaborada», inspirada en un viaje a Japón.

La famosa serie Los Borja y su tiempo, homenaje a la familia valenciana y exitosa muestra de Elvira Aparicio, es el eje principal del museo. La completan la colección El Principito, y las benditeras, tal vez las piezas más características de su producción, repletas de detalles del costumbrismo valenciano en los que se ve la inmensa paciencia y la singular pericia de esta artista. Alfabegueres, centros de mesa, tinteros y jarrones completan la sala permanente. La exposición está catalogada como Colección Museográfica de la Comunitat Valenciana. Elvira ha vivido en Murcia, Cheste, Ontinyent, Valencia... Pero su vínculo con Aielo no desfallece; se acrecienta. En esta localidad de la Vall conserva otro tesoro, Villa Elvira, la antigua casa familiar heredada de su abuela, Elvira. A ella regresa constantemente.