La nueva normalidad ha supuesto «desmantelar de un plumazo» las medidas que se habían implantado en los centros penitenciarios para evitar la propagación del coronavirus, según ha denunciado el sindicato Acaip en referencia a la prisión de Picassent. Acaip asegura en un comunicado que se han suprimido «todas las medidas preventivas y de protección que en los últimos meses habían evitado la entrada del coronavirus» a Picassent, gracias a las cuales y a la profesionalidad de los trabajadores penitenciarios se ha logrado que la incidencia de la enfermedad en prisiones «haya sido muy inferior a la media», indica.

En la prisión de Picassent se consiguió que ningún interno resultara afectado pero desde el 6 de julio «no queda rastro alguno de esas medidas preventivas», denunciaba el sindicato. Y detalla que se han eliminado las cuarentenas de los internos que ingresan procedentes de libertad o reingresan de permiso y que permitían comprobar si el interno estaba enfermo o no, y si una vez superada podía pasar a un módulo normal. Y se han sustituido por una declaración responsable del interno de que no ha padecido síntomas.

Acaip señala que la «limitadísima» plantilla de médicos soporta «una gran presión» para que «sin apenas medios, ni tiempo para ello, valoren si quien ingresa puede, o no, padecer la enfermedad», tras lo cual el preso pasa a un módulo con más de 100 internos. Instituciones Penitenciarias asegura que ya no se guardan cuarentenas al estar en la nueva normalidad, siguiendo indicaciones de Sanidad.