Altos cargos de las conselleries dirigidas por Compromís mantuvieron ayer un primer encuentro formal para tejer una estrategia que les permita mantener el teletrabajo en buena parte de sus plantillas. La iniciativa, que se fraguó ya la semana pasada, busca apoyarse en el decreto de 2016 que regula esta fórmula de trabajo en la Generalitat para sortear el polémico acuerdo del Consell que establecía la vuelta presencial de todo el funcionariado.
Esta decisión, avalada por acuerdo del Consell y promovida por la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas generó discrepancias internas dentro del Botànic ya que algunos departamentos defienden que en una situación de alerta sanitaria el trabajo presencial debe combinarse con el telemático. El conflicto fue subiendo de tono y llegó a su punto culminante cuando la semana pasada la Conselleria de Economía dictó una instrucción interna que permitía teletrabajar durante tres días. El pulso al departamento que dirige Gabriela Bravo acabó reconduciéndole con una reunión en la que Economía aceptó rectificar y acatar el acuerdo el Consell si bien Justicia abrió la puerta a estudiar un plan específico de teletrabajo de esta conselleria al amparo del decreto de 2016. Sin embargo, tal como adelantó este diario, además de Economía otras conselleries de Compromís quieren explorar esta vía.
La agenda oficial de altos cargos dio cuenta ayer de una reunión entre el secretario autonómico de la vicepresidencia y conselleria de Políticas Inclusivas y los los subsecretarios de Educación, Agricultura y Economía e Igualdad para «tratar temas de los planes de teletrabajo». Fuentes conocedoras del encuentro indicaron que los cuatro departamentos presentarán a Función Pública un plan específico para seguir aplicando el teletrabajo. En teoría deben ceñirse a la norma, lo que ya de por sí supone un problema el decreto nunca se ha aplicado y no está pensado para tiempos de pandemia . Fuentes de Compromís consultadas indicaron que aunque la pinza es este decreto, la idea es presentar planes adaptados a la situación de excepcionalidad. Así, por ejemplo, se intentarán sortear restricciones como es el hecho de que el decreto sólo puede aplicarse para funcionarios de carrera. Economía, que lleva la avanzadilla en este asunto, ya ha preguntado a sus respectivos servicios para saber cuántos puestos pueden acogerse. El viernes reunirá a los sindicatos mayoritarios para intentar sumar apoyos. El objetivo es presentar el plan en unos días.
La última palabra será de Función Pública. La maniobra no deja de ser otro problema para Bravo ya que si da luz verde a los planes podría darse la circunstancia de que medio Botànic acabe con teletrabajo y el otro medio acogido a un acuerdo que quedaría superado por la vía de los hechos.
