Las calles de la zona norte de L'Hospitalet de Llobregat distan de estar vacías. Sin embargo, los vecinos de los barrios de Collblanc y La Torrassa señalan que hay menos gente que otros días. «Hoy está bastante más clarito. Hasta hace unos días las calles estaban llenas», señala Isabel, una vecina con más de 40 años en el barrio de La Torrassa. El martes, la Generalitat y el ayuntamiento pidieron a los vecinos de La Torrassa, La Florida y Collblanc que se quedasen en casa y saliesen solo para trabajar y asuntos imprescindibles. «Si hay que quedarse en casa€ no me gusta, pero ¿qué le vamos a hacer?», se pregunta Isabel con resignación y añade: «Está bien que nos frenen un poquito». También comenta que se ven más mascarillas. Aunque la mayoría de personas que circulan por la calle la usan, parejas de agentes cívicos siguen advirtiendo a quienes no la lleven puesta o por debajo de la nariz.

Marcel, vecino de La Torrassa que sale a comprar acompañado de su hijo, entiende que se tomen medidas para que «la situación no se escape de las manos». Como Isabel, explica que un nuevo confinamiento es una situación «dura, que si toca, toca». No obstante, Marcel critica que la responsabilidad caiga tanto sobre el ciudadano y no sobre las administraciones: «Este es un barrio obrero y la gente tiene que coger el metro para ir a trabajar, pero no se incrementa la frecuencia de los trenes». Hay vecinos del barrio que creen que las medidas se quedan cortas para parar los brotes, como Angie, quien opina que se tendría que confinar a la población para poder empezar de cero, aunque reconoce que para muchas familias es complicado si viven en pisos pequeños.

Loli Colás, presidenta de la Asociación de Vecinos Collblanc-La Torrassa, denuncia el modelo de alta densificación que hay en los barrios de la zona norte y critica que esta situación «solo ha puesto al descubierto todas las carencias que ya teníamos». Así, ve complicado que todos los vecinos se recluyan, ya que hay pisos muy pequeños o donde convive mucha gente. En La Torrassa, Florida, Pubilla Casas y Collblanc se concentra casi la mitad de población de L'Hospitalet (el 46%). Estas circunstancias podrían haber favorecido el rebrote, según algunos estudios, aunque aún no hay nada concluyente.

«Hoy no hemos vendido nada. ¡Nos va a echar!», bromea Carla, a cargo de la carnicería El Pagès en el mercado de Collblanc. «Está todo vacío», responde un cliente.