Asegura que «para entender su queja» hay que especificar, primero, que ocio nocturno «no es ir de botellón, ni un barco en alta mar con una fiesta privada, ni un restaurante que ofrece copas al ampliar el horario de cierre, ni un grupo de amigos que alquila un local para celebrar un cumpleaños. Eso se llama 'salir de fiesta' pero no es ocio nocturno. El ocio nocturno son los pubs, las discotecas y las terrazas de verano y el 90% están cerradas porque no pueden trabajar». Ramón Guijarro, gerente de la sala Fixius de Aldaia y miembro de la Asociación de empresarios y salas de baile y discotecas (Aediva) habla alto y claro, cansado de ver como se «criminaliza a un sector que no puede trabajar y no ha notado ningún avance entre la fase tres y la nueva normalidad. Ni tan siquiera nos dan la oportunidad de trabajar y nos acusan de ser los causantes de brotes de la Covid-19 cuando nuestros locales están cerrados».

Por ello, califica de «injustas» las declaraciones de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que liga los rebrotes de Gandia al ocio nocturno tras decidir el cierre de los locales nocturnos en la zona. «Todo lo que se hace es señalar el ocio nocturno y si el Consell tiene pruebas de que se están haciendo mal las cosas... que ponga nombre y apellido a los locales y no nos meta a todos en el mismo saco porque los locales de ocio estamos sin trabajar. Si me permiten el 100% del aforo (que noe s el caso) y me impiden usar la pista de baile no puedo abrir. Así de simple», explica Guijarro.

El verano, perdido

Y añade: «Ni tan siquiera nos han dado la oportunidad. Tenemos un protocolo establecido y sabemos controlar a nuestros clientes. Pero no podemos trabajar, estamos cerrados. Y, aún así, se nos criminaliza sin estar trabajando. No todo es ocio nocturno. Damos el verano por perdido pero ¿podremos abrir en septiembre? Si alguien lo hace mal que lo penalicen, vamos, como en el resto de sectores».