Por cada persona que es diagnosticada con covid-19, la Comunitat Valenciana consigue localizar de media a entre dos y seis personas con las que ese enfermo ha mantenido un contacto más o menos estrecho. Es lo que se conoce como rastreo, el seguimiento con el que las autoridades sanitarias buscan trazar un mapa más refinado del avance del virus y evitar así perderle la pista.

Para ello, la Comunitat Valenciana cuenta con 1.008 rastreadores, la autonomía que más trabajadores ha incorporado para estas labores de seguimiento de toda España. Cada uno de estos profesionales debe ocuparse por tanto de unos 5.000 valencianos. Solo La Rioja y Castilla-La Mancha tienen una mejor ratio de habitantes por rastreador a nivel estatal.

La capacidad de detección de la Comunitat Valenciana duplica la media nacional, aunque queda lejos de las regiones que mejor seguimiento realizan. Así se desprende del último informe del Instituto de Salud Carlos III con los casos de entre el 11 de mayo y hasta el 15 de julio, fechas en las que se han identificado 22.997 casos en España y 705 en la Comunitat.

Según las cifras del Carlos III, Canarias es la comunidad con más capacidad de rastreo de los contactos que han tenido los recién diagnosticados (entre 3 y 27). Tras ella se encuentran Melilla (entre 4 y 16) y Ceuta (4-12) seguidas de Andalucía y Extremadura (entre 2 y 11 ambas). La media nacional se desploma a entre cero y tres contactos lastrada especialmente por Madrid y Cataluña, que detectan entre cero y dos y cero y tres contactos por cada contagiado respectivamente.

El informe revela que la Comunitat Valenciana no logra establecer ningún contacto conocido en 269 de los 705 contagios confirmados desde el 11 de mayo en la autonomía. Es decir, a un 38, 2 % de los casos no se les ha logrado asignar un solo contacto para rastrear el virus.