El Ministerio de Asuntos Sociales, del que depende el Imserso, ha comenzado a trabajar con las agencias que desarrollan el programa de vacaciones de la tercera edad sobre las posibles fórmulas para la reanudación de la temporada, que este año, debido al covid, ha quedado completamente descartada. La intención del Gobierno es que los turistas puedan comenzar a moverse en febrero de 2021, aunque dependerá de la evolución de la pandemia. El reto es que la venta de los paquetes pueda arrancar, incluso, el próximo octubre, pero dependerá de cómo sea el repunte de la covid esperado para el otoño.

Todo saltó por los aires el pasado marzo cuando se decretó el estado de alarma. Desde entonces se barajan varias iniciativas, pero la más viable es el viaje de los jubilados, las personas que más pueden moverse, aunque sean los mayores los que más han sufrido el golpe del coronavirus y, por lo tanto, los más reacios a viajar en estos momentos, como se ha podido comprobar, por ejemplo, en lo que va de verano en las muchas localidades costeras de la Comunitat, como Benidrom, municipio en el que faltan los inglesas y españoles mayores. Benidorm tuvo operativa el 71% de su planta entre noviembre de 2019 y el pasado marzo.

El turismo del Imserso genera, no obstante, opiniones encontradas en el sector empresarial turístico y ha pasado por muchas etapas. En los primeros años fue insustituible. En la época dorada de la economía española llegó a «sobrar» debido a los bajos precios. Pero con la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008 volvió a ser estratégico y clave en invierno para muchos hoteles pequeños y familiares, porque asegura actividad en la temporada baja.

No obstante, lo que nadie niega es que el modelo está agotado con los precios que paga el Gobierno a los hoteleros. Unos 23 euros euros por persona/día, prácticamente la misma cantidad que hace diez años. La patronal hotelera protesta año tras año y, sobre todo, cuando toca renovar el programa, pero los responsables del Ministerio, tanto con el PSOE como con el PP, siempre han mirado para otro lado.

A los hoteleros que trabajan con los clientes del Imserso ya no les salen las cuentas. La tarifa que cobran los hoteleros incluye el alojamiento, tres comidas al día, animación, servicio médico y fiesta de despedida. Precio que, a día de hoy, ya no da casi para mantener ni plantillas ni hoteles abiertos en invierno, según advierten fuentes de la patronal hotelera. El turoperador Mundiplan, formado por Iberia, IAG7 y Alsa, gestionaba los viajes a las costas peninsulares, mientras que Mundosenior (Turismo Social), integrado por Halcón Viajes (Globalia) y Avoris (Barceló), se encarga de los de las islas y de los de turismo interior.

Nuria Montes, secretaria general de Hosbec,apuntó ayer que «Sin duda. Claro que necesitamos a estos turistas y todos confiamos en que en febrero de 2021 el impacto de la pandemia estará mucho más controlado».