Un nuevo día histórico gracias a un acuerdo. No tiene la trascendencia económica del alcanzado en Bruselas el día anterior entre los 27 estados, pero posee un alto valor simbólico y ejemplarizante. El acto de ayer en el Palau de la Generalitat significa que la sociedad civil (los principales agentes sociales) ha sido capaz de aparcar diferencias y ponerse de acuerdo para dibujar en 383 medidas el futuro (deseable) de la Comunitat Valenciana después de la pandemia. El gesto es además un toque de atención a los partidos políticos: ¿no podrán alcanzar lo que los representantes sociales han conseguido? La semana próxima se verá en las Corts.

El camino lo tienen marcado en un documento extenso, prolijo, pero que huye de las aristas. No obliga a grandes cesiones de los firmantes porque no baja al detalle de proyectos espinosos. Que nadie busque el futuro de la ampliación del puerto de València o lo que debería pasar con la V21 o el PAI de Benimaclet. Lo que dice, con detalle, es que hay que invertir más en innovación, conseguir una Administración más eficaz y legar una economía y un territorio más sostenibles. ¿Quién se opone a algo de ello?

Lo importante es la coyuntura de emergencia tras la primera oleada de la pandemia. Y antes que subrayar las diferencias, que siguen existiendo, el acuerdo firmado ayer envía a la ciudadanía un mensaje de «confianza y certidumbre», en palabras del presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro. Un mensaje de esperanza y no de desánimo, en palabras del jefe del Consell, Ximo Puig, ante un tiempo complicado y cuando «la vieja normalidad no va a volver». Es «un ejemplo de unión por el bien común», dijo.

«Ante la polarización y crispación de la política española, somos capaces de arrimar el hombro», afirmó el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, quien invitó al acuerdo en las Corts, «por unanimidad si es posible».

El informe del IVIE en la base

La Comunitat Valenciana no es la primera autonomía que alcanza un acuerdo para la reconstrucción tras la pandemia. En alguna ha habido ya acuerdo político. Pero los pactos han sido en esos otros territorios más genéricos, no un documento de 430 páginas con 383 acciones, aunque muchas suenen ya. «Somos la primera comunidad con un trabajo de este tipo», afirmó la directora general de Diálogo Social, Zulima Pérez Seguí.

El documento parte del informe sobre la recuperación de la Comunitat Valenciana que elaboró el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Los pilares son los mismos: la transformación del modelo productivo a partir de la sostenibilidad y la digitalización y el combate de las desigualdades sociales. El acuerdo se divide en varios frentes: social, verde, políticas públicas y económico. Distintas mesas han reunido en los dos últimos meses a responsables del Consell con representantes de la CEV, UGT y CC OO. Todos se hicieron la foto de grupo ayer, tras la firma.

Primero de los tres acuerdos

Se trata del primero de los acuerdos en el plan de Puig hacia un gran pacto valenciano por la reconstrucción. La vía del diálogo social ha ido en paralelo, pero a más velocidad, a la negociación de un consenso político en las Corts y de un pacto con los municipios y las diputaciones.

El día de ayer era de sonrisas y aplausos, pero la verdadera concreción se dará en la elaboración de los presupuestos de la Generalitat, como el líder de CC OO, Arturo León, recordó.

La cuestión económica es clave. Es la incógnita que queda abierta. ¿De dónde sale el dinero para pagar estas medidas? El acuerdo requiere gasto y, por tanto, aumento de ingresos. Deberían venir de la reforma del sistema de financiación, la optimización de los fondos de la UE y una mayor corresponsabilidad y eficiencia fiscal, según Puig.

«No es un programa electoral, sino generacional, hacia un nuevo green deal valenciano», concluyó el jefe del Consell en un acto en el que estuvieron también la vicepresidenta Mónica Oltra, el vicepresidente segundo Rubén Martínez Dalmau y los consellers Vicent Soler y Rafael Climent.

El presidente de la patronal, que calificó el pacto de «histórico», puso en valor la capacidad de «unirse en lo prioritario: una recuperación sólida y sostenible».

Puig reconoció el momento «francamente difícil» y aseguró que la prioridad es «protegernos del virus y consolidar la reactivación. El equilibrio determinará nuestro futuro».