El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, se puso ayer en contacto con el Gabinete de la Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europa y Cooperación, para trasladarle la preocupación por el caso de la conductora de la EMT en la ciudad de València que ha quedado atrapada en un atolón de la Polinesia desde enero de este año.

Desde el Ministerio han mostrado interés y han traslado la consulta a los servicios consulares, según informa esta formación en una nota en la que que se señala igualmente que Mulet ha realizado dos preguntas escritas al Gobierno para conocer cuántas personas han podido quedar aisladas en Polinesia. Además, también pregunta cuántas de ellas se encontrarían en la isla de Tuvalu y qué protocolos o medidas piensa adoptar el Gobierno para conseguir el retorno de estas personas.

Mulet destacó: «hemos visto el esfuerzo sin precedentes hecho por la administración central para repatriar a ciudadanos y ciudadanas del Estado atrapadas en todo el mundo durante la pandemia, pero entendemos que en casos poco habituales en países pequeños, con casos puntuales y sin relaciones históricas como con Sudamérica, la situación se complica». A juicio del senador ha pasado mucho tiempo y se ha de dar respuesta lo más rápido posible a este caso.

Tal y como publicaba ayer el diario.es Susana Hernández, conductora de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València, salió de España con destino a las islas Fiji y a otros archipiélagos del Pacífico el pasado mes de enero con la idea de regresar a finales de mayo. Sin embargo, la irrupción de la pandemia del coronavirus y el consiguiente cierre de fronteras internacionales la mantiene aún en estos momentos atrapada en Funafuti, un atolón de 400 metros de ancho por 15 kilómetros de largo, capital de Tuvalu, uno de los países más pequeños del mundo. Hernandez acudió a este país para trabajar unos meses en un proyecto de reconstrucción de casas destrozadas por el ciclón Winston.