El abogado de Ràdio televisió valenciana (RTVV) -en liquidación- ha pedido al tribunal de la Audiencia Nacional que juzga las presuntas mordidas pagadas a la Gürtl en el contrato de la retransmisión de la visita del papa que actúe judicialmente por falso testimonio contra el sacerdote Antonio Corbí Copovi, actual párroco de la iglesia de San Nicolás, por su declaración como testigo en la vista del pasado 18 de junio. Corbí Copovi, que fue secretario del arzobispo de València ya fallecido Agustín García-Gasco de 1994 a 2009, fue citado por su condición de comisionado de la Fundación V encuentro mundial de las familias (Fvemf), organizadora de la visita del papa. Declaró por videoconferencia desde la Ciudad de la Justicia de València, acompañado de un abogado, ya que está imputado en la causa del Juzgado de Instrucción 5 de València que investiga los presuntos contratos irregulares durante la visita del papa. Podía haberse acogido a su derecho a no declarar por su condición de investigado. Pero decidió responder a las preguntas de la fiscal anticorrupción y del abogado de RTVV SAU -en liquidación-. En ambos interrogatorios cayó en flagrantes incoherencias.

«¿Cuándo se supo que el papa visitaría València en 2006?», le preguntó la fiscal. «Es una cuestión muy difícil y muy dura», respondió Corbí. Su tesis es que la duda sobre la asistencia de Benedicto XVI «se extendió hasta diciembre de 2005. Hubo dos modos diversos de organizar el V Encuentro mundial de las familias: con el papa y sin el papa. La duda se mantuvo siempre y pesó en la organización del encuentro». Sin embargo, la fiscal llevaba una noticia de prensa en la que ya se anunciaba en mayo de 2005 que «El papa asistirá a un encuentro en València en julio de 2006». En ese momento Corbí entrecruza los dedos de ambas manos, en un gesto nervioso y habitual en situaciones de estrés. «El papa confirmó la celebración del evento [en València], pero no dice que vaya a participar». Ante la insistencia de la fiscal, Corbí descarga la responsabilidad en el medio de comunicación. «Hay veces que estas precisiones en los titulares de la prensa no se tienen. El conocimiento de estos detalles son sustanciales e importantes». E insiste en que «la Santa Sede nos pedía que trabajásemos como si el papa fuera a estar».

También se interesa la fiscal por el cometido de Corbí en la Fundación V encuentro mundial de las familias (Femf). «¿Era comisionado junto a Pérez Boada, no?». Pregunta a la que Corbí responde afirmativamente, aunque distanciándose del núcleo de poder y decisión. «Sí, pero no asistíamos a todas las reuniones, ni teníamos capacidad decisoria, ni poderes ejecutivos». Una aseveración que la fiscal replica exhibiéndole las escrituras en las que la Fvemf otorga «amplios poderes» tanto a Corbí como a Pérez Boada para «hacer cumplir los acuerdos del patronato, proponer el presupuesto de la fundación, representarla, administrar bienes y seleccionar personal». Corbí se cruza de brazos y responde balbuceando. «Nunca... Jamás tuve en ese asunto competencias o intervención... Mis tareas eran diversas... No, no...»

El último aldabonazo corrió a cargo del abogado de RTVV. «¿Cómo explica que en la revista Paraula se publicara una carta de García-Gasco confirmando la presencia del Santo Padre?», interrogó a Corbí. «Había que animar y se trabajaba en esa dirección. Él estaba convencido de que vendría», persistió el sacerdote en su tesis.