Parejas que llegaban malheridas a un mes y medio de estricto confinamiento, ingresos mermados por la crisis y los ERTE, dificultades para trasladar a los hijos a casa de la expareja durante la cuarentena por no tener la custodia regulada... Los nuevos escenarios familiares y personales que ha creado la pandemia se están traduciendo en un repunte de consultas relacionadas con el divorcio, el cuidado y la manutención de los hijos a los abogados de familia.

La tendencia no tiene datos que permitan corroborarla todavía, ya que el Poder Judicial no ha publicado la estadística correspondiente al segundo trimestre del año. Además, la suspensión de la actividad jurídica durante el estado de alarma «ha impedido que se presenten demandas de divorcio o separación», por lo que «no serán muy fiables», según Óscar Martínez, matrimonialista ejerciente en València y miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa).

«Lo que hemos notado estos meses es una preocupación por valorar la posibilidad de divorciarse en parejas que ya tenían algún problema», asegura el especialista. «También hemos detectado interés en modificar la pensión de alimentos, porque los clientes estaban preocupados por que, bien ellos o bien la otra parte, no la pudieran pagar por estar en un ERTE o afectados por la crisis», añade. Martínez señala un tercer tipo de consultas, relacionadas con el régimen de estancias con cada progenitor.

Estas necesidades no se han dado a la vez, sino que han ido ganando y perdiendo intensidad con la evolución de la pandemia. El directivo de la Aeafa establece entre abril y mayo el pico de consultas para materializar el divorcio; entre mayo y junio las preguntas sobre pensiones y compensaciones por estancias más largas de lo previsto en la cuarentena y «en el último mes» la inquietud por contar con un régimen de custodia regulado.

En este último caso «se trata de parejas separadas de hecho que habían establecido cómo cuidar a los niños solo de palabra», según Martínez. Este colectivo «no tiene regulado» el régimen de cuidado de los hijos, por lo que «no tiene donde agarrarse si hay un segundo confinamiento», como añade por su parte Julia Falcó, presidenta de la sección de Familia del Colegio de Abogados de Alicante. «Una de las excepciones en el decreto de confinamiento para salir del domicilio era ir a casa de tu expareja a llevar a los niños. Si no tienes un auto que mostrarle a un agente, puede crearte un problema», explica la matrimonialista.

Facilitar los cambios

Desde principios de mayo existe un nuevo procedimiento, el Real Decreto 16/20 de 28 de abril, que busca agilizar las modificaciones de medidas de divorcio para facilitar que los padres puedan adaptar las obligaciones económicas con sus hijos a la nueva realidad laboral. «Tiene una vigencia limitada el estado de alarma y tres meses más. Se ha hecho para que los padres puedan modificar la custodia o la pensión de alimentación», explica Falcó. El decreto otorga prioridad a estos asuntos en los juzgados para garantizar su eficacia.

Estas peticiones están «en stand-by», ya que el decreto es anterior a la prórroga de los ERTE. «Aún no hay avalancha, pero la dura realidad vendrá mas tarde», augura Falcó en referencia al cese de las coberturas y a la crisis económica tras el verano.

En cualquier caso, Falcó recalca que el trabajo relacionado con divorcios y separaciones que está entrando en los despachos «es más un repunte que una avalancha».

Más información sobre el coronavirus hoy en València y toda la actualidad

DIRECTO | Última hora del coronavirus en Valencia

Los tres brotes en el ocio nocturno valenciano contagian tanto como los otros 32 focos

El peor año posible

Las anulaciones de reservas turísticas crecen en Cullera ante el repunte de contagios

Joan Ribó : "Los grandes proyectos siguen adelante"

Una discoteca de València suspende su actividad tras el positivo de doce empleados

La dama de hierro de los cítricos