Benillup es un municipio alicantino perteneciente a la comarca del Comtat. Con una extensión de 3,6 km², la localidad se halla en la Vall de Travadell, a los pies de las estribaciones de la Sierra de Almudaina. El término municipal del municipio marcado por su quebrado relieve limita con los municipios de Benifarmell al norte y al oeste, Almudaina al este y al sur con Millena.

La localidad de origen musulmán, como demuestra su topónimo que significa «hijo del lobo», fue conquistada por el Rey Jaime I de Aragón en el siglo XIII, pero no sería hasta el año 1609 cuando fueron expulsados, quedando prácticamente despoblada. En el año 1620 Marco Antonio Sisternes, que pertenecía a una importante familia de juristas valencianos al servicio de la Corona, adquirió el pueblo y en el año 1628 como señor de Benillup otorgaría al municipio la carta puebla.

El casco urbano de Benillup se alza sobre una loma a 565 metros de altura sobre el nivel del mar, en una accidentada orografía y rodeado por los barrancos de Sofre y de Caraita, afluyentes del río Serpis. Las lluvias intensas que se registran en esta zona causan desprendimientos de tierra y hacen que el barranco de Caraita se acerque cada vez más al pueblo, representando una amenaza para el municipio.

Con un clima mediterráneo con rasgos de continentalidad debido a su altitud, se registra una temperatura media anual de 15° C, con valores extremos muy acusados. El entorno natural de Benillup está cubierto por bosques de pino carrasco y encinas que suelen cubrirse por un manto blanco en los inviernos fríos con frecuentes nevadas. La belleza del paisaje formado por bosques invita a realizar excursiones en este entorno, donde la mitad de la superficie municipal está destinada a cultivos (178 ha).

Con 97 habitantes (INE, 2019), Benillup es uno de los municipios alicantinos más pequeños de la provincia. El éxodo rural también se ha producido en esta localidad, si bien se trata de un municipio con escasa población: en 1900 apenas tenía 210 vecinos. Con una economía basada en la agricultura, destacan los cultivos de olivos para la elaboración del aceite, los almendros y la cereza con denominación de origen de la «Montaña de Alicante». La Cooperativa de Sant Llorenç es la responsable en comercializar la cereza y el aceite de este municipio rural. Durante el período de floración estos árboles convierten el lugar en un espacio natural de gran belleza, una naturaleza que simboliza uno de sus principales reclamos turísticos.

Con un plano circular de apenas tres calles, el núcleo urbano de Benillup se asienta sobre una colina. Se trata de un paisaje urbano con un aspecto rural con casas de una o dos alturas ,con el encanto que le confiere el entorno natural en el que se encuentra.

En el centro del municipio se halla la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, su edificio más representativo. Este monumento religioso del siglo XVI fue antiguamente la torre árabe de Benillup, la cual servía como torre de defensa y vigía en la propia alquería. El templo presenta una torre campanario de planta cuadrada con muros fabricados en sillarejo y con un reloj de sol en uno de sus costados. En la cima de esta torre se observan dos campanas las cuales están dedicadas a sus patrones, Santa Águeda y San Lorenzo, en cuyo honor se celebran las fiestas municipales.

Este pueblo, siempre vinculado con la agricultura, llevó a cabo un plan de restauración en el año 2000 de su antigua almazara para convertirla en Casa de Cultura. Este edificio contiene en su interior un museo etnológico donde se pueden ver los objetos de labranza más usuales y empleados en las tareas de la elaboración del aceite y del vino. Un lugar que reúne un valor histórico y cultural de gran atractivo turístico para el municipio.

Vistas privilegiadas

En las proximidades de la Casa de la Cultura se halla el Mirador de Travadell, un lugar idóneo para contemplar las maravillosas vistas de la Vall de Travadell desde donde se observan las sierras de Almudaina y los municipios de Beniarrés y Gaianes. Un balcón con una magnífica perspectiva de este entorno natural de contrastado valor paisajístico.

Benillup es uno de los municipios con menor población de la provincia de Alicante que destaca por la naturaleza que lo envuelve, rodeado por campos de cereza y olivos. Sobresale su paisaje dominado por la ruralidad. Una localidad que se enfrenta a la despoblación desde hace décadas. Forma parte de ese club singular de municipios de la Comunitat Valenciana con menos de 100 habitantes.