Son dos prestaciones para un mismo fin: ayudar a los más vulnerables y garantizar unos ingresos mínimos. El Botànic impulsó en 2016 la Renta Valenciana de Inclusión (RVI), la prestación diseñada para «rescatar personas», prevista en cuatro modalidades: dos para quienes carecen de ingresos (cero), una para «completar» una Pensión No Contributiva (PNC) y una cuarta para garantizar unos ingresos dignos a los «trabajadores pobres».

Sin embargo, cuando la cuarta modalidad aún no está en marcha, el Gobierno anuncia una ayuda similar, pero a nivel estatal: el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Son ayudas compatibles, pero no se pueden cobrar las dos. Es decir, una misma familia no podrá recibir los 800 euros que le corresponden del IMV y otros 700 de la RVI. Si usted es de los que ha cobrado, de oficio, las dos ayudas de golpe reserve el dinero, porque desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) aseguran «que una de ellas la puede reclamar la administración, aunque no se sabe ni cuándo ni cómo».

Al final, el IMV gana la partida, pero no es «oro todo lo que reluce», ya que la nueva prestación acarrea la supresión de otra ayuda estatal, la prestación por hijos a cargo, incluido el suplemento de vulnerabilidad aprobado el año pasado. Una especie de ayuda «extra» a las familias que sí era compatible íntegramente con las prestaciones autonómicas. Así, en 2019 un total de 123.579 familias de la Comunitat Valenciana podían optar a la ayuda por hijo a cargo de 341 euros o a la de pobreza severa, de 588 euros.

Además, ésta sí era compatible con la RVI. Se concede en dos pagos al año y, en lenguaje coloquial, se llama la ayuda «de los puntos». La llegada del nuevo IMV, sin embargo, anula esta prestación y, según asegura la CSIF, esto «la gente lo desconoce. La prestación por hijos a cargo se mantiene para los que ya la tienen concedida, pero desaparece para quien la quisiera solicitar desde el 30 de junio o tenga más hijos. Han vendido humo y luego llegará el descontento de las familias». Eso sí, hay una excepción y es para quienes tengan hijos con alguna discapacidad. Solo en ese caso se mantiene y se podrá solicitar esa prestación.

De hecho, el primer pago del IMV se realizó «de oficio» a quienes ya cobraban la prestación por hijo a cargo. En el caso de la Comunitat Valenciana, el pago fue para 9.271 familias. «Sin embargo, nadie les ha informado de que la llegada del IMV anula la prestación por hijos a cargo. Una ayuda sustituye a la otra. El problema es para quienes cobraban la RVI y, además, la prestación estatal por hijos a cargo porque ahora cobrarán solo el IMV y eso es menos dinero», explican desde la CSIF.

Además, desde el sindicato afirman que aunque en teoría se flexibilizan los requisitos del IMV, la realidad es bien diferente y al final «el acceso a la ayuda será muy limitado». «Se pide un año de cotización, por ejemplo. Así que quien nunca haya estado contratado no cobrará. O el empadronamiento histórico, que también será un problema. Muy pocos podrán acceder», concluyen.