Cuando el sector turístico español aún está asimilando el mazazo que supone la recomendación del Reino Unido y Holanda de no viajar a España, Alemania y Bélgica se suman a idéntica directriz. El Gobierno alemán desaconsejó ayer los viajes «no esenciales» y turísticos a las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña y Navarra a raíz del «número elevado de infecciones» de coronavirus. Las reacciones de los gobiernos autonómicos afectados fue inmediata. Cataluña lamentó la postura alemana al tiempo que Aragón la calificaba de «discriminatoria». Sin embargo, la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, quitó hierro a las recomendaciones alemanas y las calificó de «normales». En el caso del Reino Unido, la ministra mantiene conversaciones para que las islas queden fuera de la obligatoriedad de la cuarentena.

Si «el número de contagios bajó de manera sustancial» en España, «hay actualmente nuevos focos regionales de infecciones» en esas tres regiones, argumentó el ministerio de Relaciones Exteriores alemán en una nota en su portal virtual. Así, el Reino Unido y Noruega han establecido cuarentena -14 y 10 días, respectivamente-, a quien entre en el país procedente de España. Francia, Alemania y Bélgica recomiendan a sus conciudadanos no viajar a Cataluña, Aragón y Navarra. Holanda señala a Barcelona y alrededores.

Más de 9.000 muertos

Las autoridades alemanas asisten con «gran preocupación» a la evolución de la pandemia dentro de sus fronteras, en palabras del presidente del Instituto Robert Koch (IRK), Lothar Wieler, la agencia gubernamental encargada del control de enfermedades infecciosas. De hecho, ya ha empezado a hablarse de una «segunda ola». La pandemia dejó el lunes en Alemania 633 nuevos casos y seis muertos, frente a los 340 contagios y ningún fallecido del día anterior, lo que eleva el total a más de 206.000 personas contagiadas y más de 9.100 víctimas mortales, según datos del Instituto Robert Koch. Su responsable, prestigioso epidemiólogo, constató los éxitos de Alemania en el control de la pandemia pero advirtió de que hay que «atenerse a las reglas».

«El aumento se debe a que nos hemos descuidado. Eso se aplica a los individuos y también a las empresas», dijo el presidente del IRK. En ese contexto, Wieler apeló a seguir respetando las reglas básicas que, dijo, «tendrán que seguir en vigor durante meses y no deben ser cuestionadas en ningún momento». Las reglas, según el experto, deben ser respetadas tanto en el ámbito laboral -«cuando es posible se debe dar prioridad al teletrabajo»- como en la vida cotidiana y también en vacaciones. «Al margen del destino que se escoja, lo más importante en vacaciones es comportarse sensatamente. Reducir los contactos cercanos, mantener la distancia de 1,5 metros ante otras personas y usar mascarilla cuando el distanciamiento no sea posible», dijo el experto.

Peligran 2,3 millones de empleos

Por su parte, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en inglés) calcula que la imposición de cuarentenas entre países europeos sitúan al sector turístico en el peor de los escenarios previstos y pueden hacer perder hasta 197,5 millones de empleos en el mundo, de los que 2,3 se ubican en España. En una entrevista con Efe, su presidenta, Gloria Guevara, señala que la decisión británica - «un cañonazo sin precedentes»- genera «inestabilidad e incertidumbre» y tiene un gran impacto también para el propio Reino Unido, donde el número de empleos que se ponen en riesgo pasa de 1,9 millones a 2,8 millones.

Los datos que maneja la Mesa del Turismo -un foro de debate de empresarios y profesionales del sector- reflejan que la paralización de la actividad puede suponer la pérdida de más de 90.000 millones de euros a finales de septiembre y hasta 120.000 millones en el año, así como la destrucción de cerca de 1,5 millones de empleos. Exceltur incide en que los efectos de estas cuarentenas serán «devastadores» para la actividad turística y el empleo, «dando la puntilla a una temporada que se había iniciado renqueante y acabará anticipadamente».