Con los votos favorables de los tres partidos que integran el Botànic, junto a los de Ciudadanos, la Comisión de Derechos Humanos de las Corts dio luz verde ayer a una proposición no de ley de Compromís que insta al Gobierno de España a crear la llamada figura de la Defensoría de las Generaciones Futuras, para velar por el futuro de la juventud frente a los grandes retos que plantea la emergencia climática. Después de agradecer las enmiendas aportadas por otros grupos, a diputada y portavoz de Compromís en la comisión, Cristina Rodríguez, acotó el objetivo de la propuesta a que el ejecutivo estatal ponga «más ojos» para vigilar que los dirigentes políticos actúan «pensando siempre en no deteriorar más el planeta que les dejemos a nuestras hijas»,. «Los dirigentes políticos también cometemos errores y alguien nos tiene que vigilar», manifestó Rodríguez. «No se trata de catástrofes naturales, sino de malas decisiones políticas, como por ejemplo hacer actuaciones urbanísticas depredadoras, ampliar carreteras e instalaciones contra toda lógica, o hacer más centros comerciales en detrimento del pequeño comercio. Preservar el medio ambiente es también un imperativo legal y moral», agregó. «¿Quién nos protegerá, a nosotros y a las personas que vienen, de las próximas políticas de tierra quemada como Terra Mítica, Gürtel, Brugal o Fitur?», se preguntó la diputada. «La ciudadanía nos está pidiendo que hagamos autocrítica y que pongamos todos los mecanismos posibles para frenar un crecimiento insostenible. Desde las manifestaciones de Fridays For Future, que nos recordaban que no teníamos planeta B, hasta estos días, todavía más inciertos y agraviados por la pandemia de la COVID-19, donde todas hemos pensado en el futuro», remachó a continuación.