Larga ha sido y es la espera para volver a la nueva normalidad en Lleida, cuyo segundo confinamiento, junto al de seis municipios más del Segrià -Aitona, Alcarràs, la Granja d'Escarp, Seròs, Soses y Torres de Segre-, cumplía ayer miércoles dos semanas. La consellera de Salut, Alba Vergés, anunció ayer el fin del aislamiento de una zona que lleva alejada más de un mes: primero con el confinamiento perimetral de la comarca, al que luego se sumaron otras medidas más restrictivas para frenar la covid.

Vergés y la consellera de Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó, comparecieron ayer en la capital del Segrià, acompañadas por el delegado territorial del Govern de la Generalitat a Lleida, Ramon Farré, para explicar las nuevas medidas aprobadas por el Procicat, que entran en vigor a partir de las 16 horas de hoy jueves. La flexibilización llega después de estabilizarse la curva y tras las constantes manifestaciones de negocios y restauradores, que acumulan pérdidas millonarias. Aire fresco también para los ciudadanos, que se encuentran en plena ola de calor.

La rueda de prensa de Salut del martes fue la antesala en que los leridanos buscaban respuestas a unos interrogantes, que a las puertas de las vacaciones, se hacían más urgentes: ¿tendremos verano, en Lleida? Ayer miércoles por la mañana, en las calles, se respiraban las preguntas, y en las redes sociales se alzaban las apuestas, que se confirmaron al cien por cien esta tarde.

Torra alardea de sus medidas

El president de la Generalitat, Quim Torra, celebró la evolución positiva del brote de la covid-19 en Lleida y reivindicó que las medidas que aplica su Govern funcionan: «Lo estamos controlando». En una entrevista en la cadena estadounidense CNBC, Torra subrayó que las restricciones que dictó Salut en la zona han permitido «situar la tasa de reproducción del virus en la zona de Lleida a 1». Pese a ello, el president insistió a la población en que no se puede bajar la guardia.