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Informe

Casi un 70 % de los menores de 30 años que apuestan padece una adicción

El Consell Valencià de la Joventut reconoce que el juego online supone un riesgo "extremo" en jóvenes - La Comunitat Valenciana es una de las autonomías con oferta de juego más amplia

Casi un 70 % de los menores de 30 años que apuestan padece una adicción

La cifra de jóvenes con trastorno del juego es actualmente entre «15 y 20 veces superior a la de la población general». Una problemática expuesta ayer por Mariano Chóliz, investigador de la Universitat de València (UV), durante la presentación del estudio sobre Adicciones al juego en la Comunitat Valenciana, elaborado por el Consell Valencià de la Joventut (CVJ), en colaboración con la UV.

«Dos de cada tres personas menores de 30 años que han sido encuestadas a la salida de las casas de juego tienen problemas de adicción», declaró ayer en la presentación, Elena Mañas, responsable de salud del CVJ, lo que supone que un 66,6 % sea considerado jugador patológico. Los datos han sido obtenidos a través de cuatro estudios realizados con menores, jóvenes, salas de juego y personas jugadoras de la Comunitat, junto con las informaciones recogidas por distintas instituciones públicas y organizaciones.

Una de las mayores preocupaciones del organismo es la incidencia que tiene el juego online sobre este colectivo. Según el informe, el perfil de jugador de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años con «riesgo extremo» de adicción está asociado a este tipo de apuestas. Con una tasa de dependencia del 52,6 %, el «slot» ocupa el primer puesto, seguido del bingo (48,7 %), el casino (42,2 %), el póquer (27 %) y las apuestas deportivas (19 %).

Tal y como se explica en el estudio, la oferta de juego en España es una de las más amplias a nivel mundial y la Comunitat ocupa los primeros puestos en las listas del país. Así pues, desde la legalización del juego online, el número de salones y máquinas de apuestas ha seguido una tendencia creciente. «El incremento de las salas de juego, ha hecho aumentar también el juego patológico», reconoció Mañas.

A este fenómeno hay que sumarle el posible efecto de los meses de confinamiento en el incremento de los «juegos peligros» en jóvenes. «La situación se ha visto agravada si, por la crisis de la Covid-19, los espacios de ocio alternativo han sido cerrados», declaró ayer Mañas.

Unas cifras alarmantes

En el caso de los menores de edad, el porcentaje de hombres que han jugado «alguna vez» es del 56,6 %, mientras que en las mujeres desciende al 41,7 %. Además, de estos, un 28,9 % lo hace de manera regular (entre una y tres veces al mes),en el caso de ellos, y un 7,7%, en el de ellas. Estas diferencias entre géneros, así como las singularidades en función de la edad, fueron presentadas por Chóliz, coordinador del estudio.

Por lo que respecta al juego online, son más frecuentes en los menores las apuestas deportivas, con un 22 %, muy por encima del póquer (3,67 %) o el casino (3,29 %). En los juegos tradicionales, las diferencias son menos notables: un 7,71 % en el casino, 5,97 % en las tragaperras o un 5,19 % en la Quiniela. Además, la inmensa mayoría de los menores suelen iniciarse en los bares y termina acudiendo a salas especializadas.

Entre los mayores de edad que apuestan regularmente, sufren más problemas de dependencia aquellos que lo hacen en juegos privados, como el bingo (29,9 %), el casino (28,9 %), el póquer (28,5 %) o las tragaperras (26 %). No obstante, las mayores tasas de adicción en estos jóvenes se sitúan en el juego online, tanto presencial como telemático.

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