El pleno del Consell dará hoy luz verde al inicio de la tramitación por vía de urgencia del nuevo proyecto de decreto que regulará el teletrabajo para el personal funcionario de la Generalitat. Así lo avanzó ayer la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, en una reunión por videoconferencia en la que trasladó a los sindicatos integrantes de la Mesa Sectorial de Función Pública que el borrador de la nueva norma estará listo previsiblemente en septiembre, de modo que, a principios de octubre, podría comenzar a aplicarse.

Tanto UGT, como Intersindical y CSIF insistieron ayer en reclamar que se facilite el trabajo no presencial de forma inmediata y transitoria, flexibilizando la aprobación de planes extraordinarios por parte de las conselleries, hasta que se ponga en marcha la nueva regulación, ya en otoño. La demanda también surgió en la reunión de subsecretarios de ayer -el llamado consellet- procedente de la órbita de Compromís.

También ayer, la dirección de Función Pública -dependiente de Justicia e Interior- frenó el programa piloto de potenciación del teletrabajo presentado por la Conselleria de Economía de forma provisional al no ajustarse al 100 % a los criterios del decreto en vigor que regula el trabajo no presencial, de 2006. Fuentes de Economía indicaron que ya se sabía que el plan -secundado por los sindicatos- no podía cumplir totalmente la citada norma porque la misma no se diseñó pensando en una situación excepcional como la actual, pero aseguraron que desde Justicia se les trasladó que se haría una lectura permisiva y pidieron una mayor flexibilidad.

Desde el departamento que dirige Bravo recalcaron que las deficiencias detectadas pueden ser subsanadas por Economía -la única conselleria que de momento ha presentado un plan- y defendieron los esfuerzos para acelerar la nueva regulación por la vía de urgencia, un mecanismo que recortará a la mitad los plazos de aprobación del nuevo decreto, el cual -además, pretende flexibilizar el procedimiento y clarificar la competencia para la aprobación de las propuestas de programas de teletrabajo.

A diferencia de la anterior norma de 2016, el texto incorporará actuaciones diferenciadas tanto para situaciones de normalidad y de crisis, como la producida por la covid 19, al tiempo que desgranará, con carácter orientativo, los puestos podrían ser desempeñados de forma no presencial.

Bravo trasladó a los sindicatos que el control y la evaluación del teletrabajo se efectuará atendiendo al cumplimiento de objetivos o a la consecución de resultados, en línea con las previsiones de la normativa estatal. También se regulará el derecho a la desconexión digital y al tiempo de descanso.