A las puertas de un fin de semana decisivo por el repunte de contagios y después de varios días de dimes y diretes que han evidenciado las posiciones divergentes entre los socios del Botànic a cuenta del cierre o no del ocio nocturno, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, optó ayer por no echar más leña al fuego y evitó mantener el pulso con el president Ximo Puig, que el jueves volvió a descartar una orden de clausura generalizada de bares de copas y discotecas pese a las presiones de Compromís para que se aprueben medidas más severas. Preguntada en la rueda de prensa posterior al pleno semanal del gobierno valenciano, la vicepresidenta rebajó la tensión de la última semana y dejó claro que, hasta el momento, la única postura del Consell dentro del debate es la que queda reflejada en el decreto de sanciones aprobado hace una semana para endurecer la mano dura contra los locales que incumplan las normas con aforos desbocados o distancias incumplidas. «No necesariamente tenemos que hablar de cerrar, no todo es blanco o negro», terció Oltra, que defendió que algunos espacios de ocio se tendrán que «transformar» en lugar de bajar la persiana para garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias.

«No» al cierre total

El miércoles, la también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas había dicho que hay un tipo de ocio que por su «naturaleza es «incompatible» con las medidas de seguridad contra la pandemia y es «una quimera» intentar mantenerlo. Unas declaraciones que se suman a otros comentarios de cargos de Compromís partidarios del cierre, entre los que se encuentra el alcalde de València, Joan Ribó. El jueves, sin embargo, Puig señaló que la clausura de locales podría favorecer el botellón y las actividades no regladas y anunció un plan de movilización policial para reforzar el control sobre el ocio nocturno y vigilar que se cumplen las medidas sanitarias a partir de este fin de semana. La posición es clara: más vigilancia y «no» a un cierre total.

Oltra, por su parte, remarcó ayer que sobre los botellones se actúa «en pandemia y sin pandemia» e incidió en que resulta «imposible» poner un policía detrás de cada persona. Por eso, hizo un llamamiento al autocontrol, a la responsabilidad y «a pensar en los demás». La vicepresidenta, en cualquier caso, pidió no estigmatizar a los jóvenes ni a ninguna actividad en sí misma. «Todos tenemos que pensar en los demás, es una reflexión que tiene que hacer la gente de todas las edades porque también hay algún cuarentón por ahí haciendo el burro», remachó, haciendo hincapié en que es muy difícil predecir que pasará en el futuro inmediato y si se tendrán que adoptar más medidas.

En la última semana, varios alcaldes han pedido una actuación colectiva de la Generalitat más contundente ante la escalada de casos registrada en diversos municipios con un ocio nocturno extendido. En ese sentido, la consellera de Justicia, Administración Pública e Interior, Gabriela Bravo, recordó ayer que los ayuntamientos tienen la potestad de decidir los horarios de cierre del ocio nocturno y defendió su papel para controlar que las normas se cumplen. En una reunión con representantes de las fuerzas de seguridad y de la Delegación del Gobierno en la Comunista para coordinar el dispositivo de vigilancia, Bravo insistió en que es preferible regular y controlar los locales de copas que cerrarlos, no solo para encontrar un equilibrio entre prevención sanitaria y economía, sino también porque la vigilancia de estos locales permite un mejor control de las personas afectadas en caso de que se produzca un brote, en contraste con otro tipo de celebraciones «clandestinas».

«La Generalitat apuesta por un ocio reglado, que es mucho más seguro», apuntó Bravo en la misma línea que el president Puig. De esta forma, ahondó, estas actividades pueden abrir «pero manteniendo medidas de seguridad que nos van a permitir, en un caso de contagio, saber cuáles son las personas que han podido verse afectadas, marcar la trazabilidad y hacer un seguimiento que evite contagios masivos». «Apostamos por ordenar mejor que por cerrar, porque eso no va a acabar con el problema, los usuarios podrían buscar otros lugares fuera de control, incluso en un marco clandestino en el que Sanidad no podría establecer la trazabilidad», advirtió la consellera.

Más noticias sobre el coronavirus y la nueva normalidad en la Comunitat Valenciana

La discoteca Rumbo144 cierra tras detectar un positivo en coronavirus entre la plantilla

Fallece una persona en una residencia de la Comunitat Valenciana tras 35 días sin muertes

Barceló levanta la suspensión a bares y discotecas de Gandia a partir de hoy

Los MIR mantienen la huelga tras el fracaso de la primera reunión con Sanidad

DIRECTO | Última hora del coronavirus en Valencia

MAPA | Últimos contagios de coronavirus, municipio por municipio

Los brotes ascienden a 54 y el de las discotecas de València suma 11 contagios nuevos