El Gobierno ha abierto la puerta a permitir un solo reparto de pólvora en las fiestas de Moros y Cristianos, atendiendo de esta forma a las reclamaciones formuladas desde la Unión Nacional de Entidades Festeras (Undef). El ejecutivo se ha mostrado flexible en este aspecto, aunque por contra no está dispuesto, al menos de entrada, a autorizar que las pirotecnias puedan fabricar el explosivo que utilizan los arcabuces. La Undef, en cualquier caso, formulará una propuesta formal por escrito para la modificación del reglamento, atendiendo a la petición formulada en este sentido por los ministerios implicados.

Tal como adelantó este diario el pasado martes, el Gobierno ha comunicado que el reparto de la pólvora para las fiestas de Moros y Cristianos se podrá realizar hasta 96 horas antes de los actos de arcabucería. Esta decisión supone un paso adelante, toda vez que con la nueva normativa el tiempo de custodia del explosivo por parte de los festeros era sólo de 72 horas para los actos en que participan menos de 500 festeros, lo que incluye a la inmensa mayor parte de los municipios que celebran Moros y Cristianos. La norma sí permitía en cambio un plazo de 96 horas para los actos con más de 500 participantes.

Este cambio, que extiende las 96 horas para todas las fiestas, independientemente del número de participantes, es de suma importancia, ya que evitará que en numerosas poblaciones se tengan que realizar dos repartos, lo que estaba incrementando costes y mermando la participación. Sin embargo, la ampliación de los plazos continúa siendo insuficiente para algunos municipios, caso de Villena, Sax o Banyeres, debido a la duración de sus fiestas.

Estos asuntos fueron tratados en una reunión que se celebró en la sede de la Undef en Cocentaina, a la que entre otros asistieron la presidenta de la entidad, Pepa Prats, el asesor jurídico, Rafael Sanjerónimo, el diputado de Compromís, Jesús Pla, y el senador de esta misma formación política, Carles Mulet. Ambos han actuado en estos últimos meses como intermediarios entre la entidad festera y el Gobierno, trasladando las peticiones del mundo de la fiesta.

Según explicaron, el ejecutivo se ha mostrado totalmente abierto a modificar el reglamento para ajustarlo a las necesidades de los festejos, avanzando, c0mo queda dicho, que se podrá ampliar el plazo hasta las 96 horas. También, y eso es en lo que se va a incidir, se ha mostrado abierto a realizar un único reparto, tal y como va a ser planteado por la Undef a través de una propuesta por escrito que será remitida a los ministerios de Industria, Cultura e Interior, todos ellos implicados en esta materia.

El asesor jurídico, Rafael Sanjerónimo, expresó su satisfacción por la receptividad mostrada por el ejecutivo, en el sentido de que «ninguna asociación festera había sido capaz de convencer a un gobierno nacional para modificar un real decreto. Hablamos de un decreto sobre el uso de la pólvora que se elaboró sin pensar en las fiestas y que ahora se tiene que articular para que atienda a la realidad existente».

De acuerdo con la respuesta manifestada por el Gobierno, desde la Undef se da prácticamente por hecho que habrá una respuesta positiva respecto a un solo reparto de pólvora para cada una de las fiestas, independientemente de su duración.

Otra cosa es la reivindicación que viene formulando la propia entidad festera, en el sentido de que las pirotecias puedan fabricar la pólvora que utilizan los arcabuces.

Como se recordará, la solicitud tuvo su origen en un problema registrado en la empresa de Alemania que elabora este tipo de explosivo, la cual detuvo la fabricación durante unos meses, generando problemas de desabastecimiento y encarecimiento del explosivo. Lo que se pretendía con la petición era acabar con el monopolio y tener mayores alternativas en materia de distribución.

Sin embargo, y de acuerdo co la información facilitada por los representantes de Compromís, el Gobierno no se ha mostrado de entrada predispuesto a ello, argumentando que los elementos pirotécnicos no son lo mismo que la pólvora. La Undef con todo, no arroja la toalla, e insistirá en esta petición en la propuesta de modificación del reglamento.

Antes de febrero

Pepa Prats ha expresado su confianza en que el Gobierno sea sensible a las peticiones «y el tema, después de cuatro años de gestiones y preocupaciones, pueda solucionarse aprovechando el parón por el coronavirus. Sería importante que para febrero del año que viene, cuando arrancan las primeras fiestas, ya lo tengamos todo claro».