Las opciones que tiene el Botànic de atraer a Cs y PP al pacto autonómico para la reconstrucción social, económica y sanitaria están ya en tiempo de descuento.

De los encuentros de ayer queda claro que, de momento, ni PP ni Cs se van a sumar. Con ambas formaciones hubo contactos. En Ciudadanos señalan que se ven fuera del pacto porque tanto Compromís como Podem no ceden e insisten en que la reforma tributaria (subida de impuestos según Cs y PP) tiene que aparecer en el dictamen.

Tampoco hay acercamiento en la otra gran cuestión, la colaboración público-privada. Cs ya ha registrado su voto particular. El tiempo corre y hoy empieza, a las 10, el pleno que tiene que aprobar el dictamen, aunque la votación no se producirá hasta el jueves.

En el PSPV siguen siendo optimistas. Esta mañana debería conocerse en el pleno el sentido del voto de cada partido. El documento salió adelante la pasada semana solo con el apoyo del Botànic, pero se busca un acuerdo más amplio, que salte las fronteras de la izquierda y en el que quepan Cs y PP. Fuentes populares aseguran que ayer mismo se les emplazó a negociar desde la izquierda y aseguran que aunque dos de las instituciones que gobiernan (Diputación y Ayuntamiento de Alicante) apoyaron el acuerdo institucional en el Palau, el problema no es suyo sino del presidente Puig porque el documento suscrito ayer es contradictorio con el de las Corts.

Según el PP, en el rubricado ayer no aparece ningún mención a la reversión de los hospitales, ni a la subida de impuestos, ni al dumping fiscal y se incluye la defensa del trasvase Tajo-Segura y del Xúquer-Vinalopó. El PP asegura que no tiene problemas en apoyar en las Corts un documento similar al firmado en el Palau.