La imposición en el Reino Unido de una cuarentena para los pasajeros que entren en el país desde España ha provocado que los hoteles y apartamentos turísticos de la Comunitat y la Costa Blanca se queden este agosto sin unos 70.000 turistas británicos, que tenían previsto volar en viajes organizados por los turoperadores Jetholidays y TUI, mayoristas que han cancelados sus programas y desviado a este contingente de turistas a las playas de Turquía y Grecia. Una coyuntura, en principio temporal, pero que ha caído como un jarro de agua helada entre los hoteleros y gestores de apartamentos y villas de alquiler, que temen que el impacto coyuntural se convierta en estructural al tratarse de zonas más baratas.

Todo en un lunes, ayer, en el que el Instituto Nacional de Estadística hizo públicos los datos sobre el comportamiento de los turistas el pasado junio, cuando arrancó la desescalada pero con muy pocos hoteles abiertos.

La compañía Jet2.com y con ella el turoperador jetholidays completaron ayer una nueva espantá de la Costa Blanca -la primera fue en marzo al decretarse el estado de alarma- con sus últimos ocho vuelos en dirección a los aeropuertos de Leeds, Manchester, Londres, Eastmidlands, Birmingham, Newcastle, Glasgow y Edimburgo, con lo que se completó la repatriación de los turistas británicos quedaban en los hoteles a los que llegan en viajes organizados. Aunque Jet2.com tiene programados nuevos enlaces a partir del próximo 17 de agosto, todo va a depender de la decisión que tome el gobierno del Reino Unido con la cuarentena impuesta a los viajeros que entren en el país desde España, y todo apunta a que el confinamiento de dos semanas se prolongará en el tiempo, a pesar de que la Comunitat nos esté entre las autonomías españolas donde más descontrolada está la pandemia del covid-19.

De momento, no obstante, siguen operando con normalidad otras compañías que tienen vuelos con el Reino Unido, como es el caso de Easyjet y Ryanair, pero nadie sabe hasta cuando aguantarán si no cuentan con pasajeros. De momento, las cadenas hoteleras que pensaban abrir este agosto han pospuesto la apertura, en principio, hasta septiembre, pero todo en un escenario marcado por la incertidumbre. Los turistas británicos quieren volver pero no pueden. La imposición de la cuarentena han puesto la puntilla para el sector, que acumula unas pérdidas de 2.000 millones.