La alianza se forjó con la solemnidad de las grandes citas históricas. No en vano, nunca antes un acuerdo tan amplio había aunado los intereses de todas las instituciones valencianas, aglutinando tal grado de consenso. La Generalitat, las tres diputaciones, los ayuntamientos y las mancomunidades han sido capaces de aparcar diferencias para plasmar 303 compromisos comunes concretos en un documento que sienta las bases de la reconstrucción social y económica en los municipios frente a la incertidumbre de la pandemia.

Más allá del contenido, el pacto (junto a las manifestaciones de los mandatarios de diferente signo que lo suscriben) lanzó ayer un mensaje de unidad institucional con una elevada carga simbólica. Después del acuerdo que, en la misma línea, alcanzaron los agentes sociales hace dos semanas, todas las miradas se concentran ahora en las Corts, donde los partidos se mantienen lejos del consenso en el tercero y último de los frentes abiertos de la estrategia de reconstrucción.

«Hemos demostrado que no tienen que haber colores políticos, ni diferencias territoriales en este momento», incidió el president de la Generalitat, Ximo Puig, durante el acto. «En tiempos convulsos hace falta una respuesta común por encima de miradas partidistas», enfatizó.

Pero el jefe del Consell no fue el único que, con sus palabras, envió un recado y elevó la presión sobre los grupos del parlamento valenciano para que se pongan de acuerdo. Los dirigentes del PP presentes en la firma también pusieron el pacto y la «altura de miras» de las instituciones como ejemplo y llamaron a superar la crispación.

Mientras la presidenta del PPCV atacaba a Puig y calificaba de contradictorio el acuerdo respecto al negociado en las Corts, el presidente de la Diputación y del PP de Alicante, Carlos Mazón, agradecía al jefe del Consell la predisposición y la flexibilidad para llegar a la entente. «Sin la cesión de todos no habríamos llegado hasta aquí. Ha sido un proceso participativo con mayúsculas», subrayó Mazón, que ha logrado la inclusión de dos puntos relativos a los trasvases en el documento. La hoja de ruta ha sido negociada por el PP través de la Federación Valenciana de Municipios e incluye cuestiones como la colaboración público-privada o las rebajas de impuestos a la industria, de ahí que las declaraciones de Bonig generaran cierta sorpresa ayer.

«Aquí no hay partidos, sino instituciones. Debemos trasladar que hacemos piñas en estos momentos tan difíciles». El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), se pronunció en la misma línea que Mazón e incluso emplazó a que el foro de cooperación institucional creado para negociar el pacto perdure en el tiempo «por encima de partidismos». Una petición que el resto de presidentes compartieron.

La alianza de ayer fue suscrita por el president de la Generalitat, los presidentes de las diputaciones de València, Alicante y Castelló, los alcaldes de las cuatro ciudades más pobladas, el presidente de la Federación Valenciana de Municipios (FVMP) y los presidentes del Foro de municipios de interior y del Foro de Mancomunidades.

La hoja de ruta

Los firmantes asumen que, entre las 303 medidas de la hoja de ruta, habrá que priorizar lo urgente porque no hay dinero para todo. Algunos puntos implican la modificación de leyes estatales y representan reivindicaciones ante el Gobierno en materia de competencias municipales o de autonomía en el gasto de los ayuntamientos. Y hay muchas cuestiones sin relación directa con la pandemia, que inciden en aspectos como la movilidad sostenible o la economía verde.

El documento se divide en trece ejes básicos e incorpora acciones para reactivar la economía y el empleo, además de ventajas fiscales para personas y empresas y un compromiso de reforzar la eficiencia de los recursos públicos, de las políticas de protección de la salud en el ámbito municipal y de la administración digital.

«En momentos donde solo hay ruido y trinchera es noticia un acuerdo como este», resumió el presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, que reivindicó el papel de las diputaciones con la pandemia y la necesidad de reducir burocracia. El presidente de la FVMP, Rubén Alfaro, hizo lo propio con el papel del municipalismo, que urgió a reforzar.

303 medidas que pivotan en 13 ejes

  1. Servicios Sociales: Refuerzo de la atención domiciliaria y la teleasistencia. Planes en barrios humildes y coordinación del Ingreso Mínimo.
  2. Salud Pública: Planes de salud municipal para detectar casos, más desinfección en los municipios y más atención psicológica.
  3. Promoción Económica: Reducir la presión fiscal a la industria, estímulos al comercio local, planes de empleo local y más colaboración público-privada.
  4. Movilidad y Territorio: Más planes de movilidad urbana sostenible e impulso hacia la transición ecológica.
  5. Agricultura: Más cooperativismo, recuperar tierras abandonadas y beneficios en el IBI.
  6. Vivienda: Impulso a la vivienda pública con promociones directas, rehabilitaciones, alquileres sociales y medidas fiscales para cascos antiguos y zonas despobladas.
  7. Emergencias: Asentar una dimensión local de las Emergencias donde las mancomunidades lideren la prestación del servicio.
  8. Financiación: Suspender, aplazar o reducir impuestos y tasas municipales a sectores dañados.
  9. Innovación: Más Administración Digital y menos brecha digital entre municipios.
  10. Despoblación: Más ADL, fiscalidad diferenciada, menos burocracia y nuevos productos turísticos