A sus 98 años, José Andreu Calvo necesita ayuda para todo. Está en la cama, bebe con jeringuilla, precisa de una grúa y a dos personas para levantarlo... y su familia sigue sin entender cómo es posible que la ayuda de la dependencia, que solicitaron en septiembre de 2018, no llegue.

De hecho, hasta el pasado lunes, el hombre ni había sido valorado por el sistema en grado tres. Por fin se produjo el paso uno (la valoración), pero falta el resto que aún tardará en llegar. Según la familia de José, «nos han dicho unos 9 o 10 meses». Según fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, «si han solicitado una prestación, en cuanto el ayuntamiento grabe los datos en el sistema la conselleria resuelve en dos o tres meses».

La familia, sin embargo, precisa de la ayuda de forma «inmediata», ya que llevan casi dos años costeando de su bolsillo las necesidades del mayor de la familia, que no son pocas y pasan, sí o sí, por un cuidador a tiempo completo en la vivienda.

«Mi abuelo era una persona muy activa y autónoma, un trabajador y un luchador, pero pegó el 'bajón' de repente y solicitamos la ayuda sin pensar que tardaría tanto. Ahora creo que deberíamos haberlo hecho antes, por precaución y sin necesitarla de verdad porque mira el resultado. Dos años después, seguimos esperando y al parecer aún nos queda bastante. Es desesperante y es injusto porque tiene derecho a esa ayuda», explica Irene, su nieta.

Peor por el confinamiento

El confinamiento, además, ha empeorado el estado de salud de José. «Antes venía una fisio para ayudarle una vez a la semana y hacer ejercicio, dábamos algún paseo con él pero ahora... ha empeorado mucho», explica la joven, indignada ante los retrasos de un sistema que perjudica a los más vulnerables.

Las necesidades de atención centran los gastos porque el hombre necesita estar acompañado día y noche, los 365 días del año, y para levantarlo es necesario el cuidador y otra persona. La familia se turna y da el do de pecho, pero le exige a la Administración que agilice los plazos porque «ya hemos esperado bastante».