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Contaminación

El cambio climático incrementa un 25 % el riesgo de temporales extremos en 50 años

El ascenso del nivel del mar hasta un metro afectaría a ciudades costeras como València o Gandia en un escenario de altas emisiones - La Agencia Europea del Medio Ambiente muestra el efecto del calentamiento global si no baja la contaminación

El cambio climático incrementa un 25 % el riesgo de temporales extremos en 50 años

Riesgo disparado de inundaciones con lluvias torrenciales y temporales extremos como Gloria, incremento de las sequías, más incendios forestales y crecida del nivel del mar que en áreas urbanas como València podría afectar hasta a un 45 % de la población. Ese es el panorama que dibujan los mapas del Impacto del cambio climático en Europa, elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente a través de la plataforma ArcGIS de Esri.

Las imágenes no dejan lugar a la duda y el litoral mediterráneo quedaría más afectado que el resto de España por los efectos del calentamiento global. El portal recoge comparaciones en dos escenarios distintos, uno con bajas emisiones y otro con altas al no acometerse políticas para paliar la emergencia climática.

En cuanto a las áreas urbanas potencialmente expuestas a inundaciones severas en 2071-2100 en comparación con 1961-1990, València estaría un 7,14% más, Gandia (7,32%), Elda (8,75%) y Elx (5,94 %). Respecto al aumento del nivel del mar la costa experimentaría un incremento medio de entre 0,4 y 1 metro, con hasta 2,5 metros según algunos estudios. Una urbe donde impactaría de pleno la crecida marítima sería València, con casi la mitad bajo un metro de agua, según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente.

Hasta más de tres millones y medio de europeos sufrirían las consecuencias, con pérdidas anuales estimadas en las principales ciudades costeras de la UE que podrían alcanzar los mil millones de euros en 2030 y hasta treinta y un mil en 2100. «El cambio climático es un hecho, los datos lo demuestran y solo mediante su análisis conseguiremos medir su impacto y tomar decisiones que nos ayuden a combatirlo eficazmente», según Angeles Villaescusa, directora general de Esri España. «Las herramientas de análisis y geodiseño son tremendamente útiles para ayudar a los organismos competentes a crear un nuevo tipo de infraestructura, que se conoce como infraestructura verde, que restaure las capacidades naturales que tienen ciertos ecosistemas para mitigar esos efectos», explica Aitor Calero, gerente del Área de Tecnología e Innovación de Esri en España.

La adaptación de la costa es fundamental, como vienen advirtiendo los expertos, para afrontar temporales cada vez más extremos y más frecuentes. De hecho, en apenas nueve meses, la Comunitat Valenciana registró tres episodios a cada cual más intenso que el anterior. En Semana Santa de 2019, meses después la DANA de septiembre y por último en enero la borrasca Gloria, que arrasó todo el litoral desde Vinaròs hasta Denia, con especial incidencia en el golfo de València. La temperatura del mar, cada vez más elevada, convierte el Mediterráneo en un polvorín a estas alturas del período canicular, abocando el final del verano a las gotas frías.

Sequías y desertificación

La Agencia Europea no solo alerta sobre las precipitaciones, también sobre las sequías, que se cebarán con España y Portugal. Para un escenario de altas emisiones (período 2041-2070, en comparación con 1981-2010): el litoral valenciano tendrá entre 1 y 1,5 sequías más cada 30 años, entendiendo como sequías cuando el Índice de precipitación estandarizado (SPI-3) está por debajo de -1. Situación que dispara el riesgo de desertificación en todas las regiones de la península ibérica.

«Hoy tenemos más datos disponibles que nunca, pero por sí solos no bastan. Debemos analizarlos y compartirlos para concienciarnos y tomar decisiones», incide Calero. «Es ahí donde entra en juego la tecnología como ArcGIS: los mapas son una herramienta que ha sido muy útil a lo largo de la historia para transmitir conocimiento de manera muy rápida e intuitiva y ahora son un gran aliado, como es el caso, para concienciar a ciudadanos y organismos públicos de la necesidad de actuar», recuerda Calero, en clara alusión a la necesidad de aplicar ya políticas de adaptación.

Un mes de julio cálido y húmedo con un 10 % más de lluvias

El pasado mes de julio resultó cálido y ligeramente húmedo, con una temperatura media de 24,8 grados, que supone 0,8 grados superior a la climatología de referencia, y una precipitación acumulada de 12,5 litros por metro cuadrado (l/m2), un 10 % superior que la del promedio climático del periodo 1981-2010 (11,3 l/m2). Así lo apunta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el resumen climático de julio en la Comunitat Valenciana, el decimocuarto más cálido desde 1950, que empezó con temperaturas muy altas y acabó con una ola de calor que afectó a la provincia de Alicante y gran parte de Valencia y se prolongó al primer día de agosto. El 1 de julio se registraron 42,5 ºC en Sumacàrcer, 42,2 en Xàtiva y 40,8 en Ontinyent; el 31 de julio se registraron 41,8 en Jalance y, ya en agosto, el último día de la ola de calor, varios observatorios de Valencia y Alicante superaron los 40 ºC, con el máximo de 43,8 en Ontinyent. A mediados de mes, entre los días 13 y 19, la temperatura media se mantuvo por debajo del promedio normal, sobre todo el día 15, que fue el más frío, mientras que las temperaturas máximas diurnas han sido ligeramente más anómalas (+0,9) que las mínimas nocturnas (+0,6), añade Aemet. Respecto a las precipitaciones, la lluvia acumulada ha sido 12,5 l/m2, que es un 10 % superior que la del promedio climático del periodo 1981-2010 (11,3 l/m2) y, globalmente, califican el mes como húmedo

10 % más de incendios forestales: el riesgo se dispara con altas emisiones GEI

En algunos puntos de la Comunitat el número de incendios podría aumentar hasta en un 10 % más a finales de siglo en el peor de los casos contemplados por la Agencia Europea del Medio Ambiente. En puntos de Galicia, Asturias y el País Vasco podría incrementarse hasta un 40 %. En un escenario de bajas emisiones el aumento quedaría entre el 11 y el 20 %.

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